El concejal Mariano Romero impulsa la creación de un protocolo de seguridad para cuidar a los docentes, alumnos y asistentes de los establecimientos educativos que fueron baleados la semana pasada. “A semanas de empezar el ciclo lectivo, es tarea de todos garantizar las condiciones para algo básico: que las escuelas sean un lugar de contención y no un sitio a donde se va con miedo”, señaló el edil.

“La Municipalidad cuenta desde el año 2014 con la potestad de crear corredores escolares seguros. Sin embargo, nunca los puso en marcha” explicó Romero, y agregó “si bien es cierto que el intendente no tiene control de las fuerzas de seguridad, también lo es que cuenta con herramientas como esta. La inseguridad no se previene solamente con la policía, si no con la presencia efectiva del Estado en la calle”.

“Unos días antes del hecho de balaceras en la escuela Jesús Obrero, había sido apedreado el alumbrado público, por lo que la cuadra se encontraba sin luz. En una esquina de la escuela hay un microbasural y en la otra pastizales que representan un riesgo para la seguridad de la comunidad educativa y los vecinos” enumeró el concejal. “El abandono de los barrios, que viene desde hace varias gestiones, aumentó mucho en este último año, y es imposible no ver la correlación que existe entre desidia estatal y violencia urbana”.

Para el edil justicialista “el problema se agrava día a día, y es demasiado cómodo el argumento de que no se puede. Queremos cambiar esa lógica, queremos demostrar que se puede vivir más tranquilos”.

Romero explicó que los Corredores Escolares Seguros que quieren implementar en barrio Belgrano. Primero, en un trabajo cuerpo a cuerpo con la comunidad educativa, se identifican los trayectos usuales que se utilizan para acceder a los establecimientos. Se procede entonces a instalar alarmas comunitarias, cámaras de videovigilancia y luminaria LED en las calles que componen el recorrido. A la vez, se despliega presencia policial y de Control Urbano en los horarios de entrada y salida.

Dicha política de prevención activa va acompañada de medidas de prevención social, como la erradicación de microbasurales, el desmalezamiento, la poda y escamonda y el estudio de factibilidad para modificar el recorrido del transporte público.

Las balaceras a establecimientos educativos fueron moneda corriente. Se habían detenido durante el verano, pero el jueves pasado, una fecha cercanas al inicio de actividades, el edificio donde funcionan la escuela primaria Nº 1229 “Jesús Obrero” y la secundaria Nº 3145 “Espíritu Santo”, fue atacado a tiros. También dispararon sobre el jardín N° 44 “Arco Iris”, a once cuadras del primer hecho.