El conflicto por el posible arribo de Uber a la ciudad de Rosario continúa dando que hablar. Este lunes, mientras la comisión de Servicios Públicos del Concejo Municipal avanzaba en las condenas al uso de aplicaciones de transporte no autorizadas, presentaron un proyecto de ordenanza para regular el uso de las mismas. 

La concejala de Juntos por el Cambio Renata Ghilotti, quien había manifestado su total desacuerdo con la persecución y el trato de “delincuentes que se le dio a los rosarinos que buscaban en Uber una salida laboral”, ingresó formalmente en el concejo municipal un proyecto que permitiría la regulación y la llegada de esta y otras plataformas digitales.

En los últimos meses la polémica giró en torno al conflicto entre Uber y taxistas. Hubo marchas, reclamos, denuncias, proyectos para elevar multas, operativos "anti Buber" y hasta una medida cautelar por parte de la Municipalidad. En este marco, la edila señaló: "Queremos avanzar en una regulación que, sin perjudicar al resto de los sistemas, nos permita generar empleo, inversiones y nuevos fondos para mejorar el servicio de taxis. Un reclamo que comparten la mayoría de los rosarinos”.

La Ordenanza presentada por la edil del PRO, que cuenta con su homólogo en la cámara de diputados firmado por Gabriel Chumpitaz, se compone de un total de 33 artículos entre los que se destacan: la creación de una Tasa Especial por prestación del Servicio de Transporte Privado de Personas a través de Aplicaciones que será destinada al fondo compensador del transporte y al sostenimiento del sistema público de taxis, un nuevo esquema de exigencias mayores en cuanto a características de las unidades y para con los chóferes; y la salvedad de que, bajo ningún concepto podrán operar directamente en vía pública y su utilización estará circunscripta a las contrataciones mediante plataformas.

Con respecto a la posición de sus compañeros en el Concejo y del municipio, Ghilotti manifestó: “no estar de acuerdo con la idea de aumentar las multas a los chóferes de aplicaciones". "¿Puede el municipio dedicarse a perseguir choferes de Uber con la enorme cantidad de problemas sin resolver en materia de control? ¿No es mejor darle a los rosarinos la oportunidad de elegir libremente cómo moverse y mejorar el resto de los sistemas a partir de nuevos ingresos?", se preguntó.

Por último, indicó: "Las ciudades que optaron por barrer bajo la alfombra continúan con la misma discusión desde hace años. Solo la regulación nos dará la salida para proteger el empleo y mejorar la totalidad de los servicios que se prestan en la ciudad”.

Por lo pronto, el Ejecutivo municipal insiste en la ilegalidad de Uber y asegura que seguirá adelante con los controles para evitar que desembarque en Rosario.