El Intendente Pablo Javkin anunció este miércoles en el Palacio de los Leones una propuesta para la detección del lavado de dinero en la ciudad. Un proyecto con el que se pretende reemplazar a la normativa actual, vigente desde 2014 y elaborada en su momento por Roy López Molina, que de paso viene siendo desde entonces una de las voces más agudas del tema dentro de la política local.

Al intendente, se sabe, le pasó como a Perotti, a Alberto y al resto de los oficialismos en pandemia: apenas asumidos tuvieron que atajar los penales del Covid. Y a los méritos o errores en sus primeros dos años, se los marcó el coronavirus. Pero ahora -altísimo nivel de vacunación mediante- las prioridades para la gestión son otras. Y no alcanza con repartir barbijos o habilitar más camas en el sistema de salud, sino que hay que cumplir con los compromisos que se habían asumido en campaña, porque además 2023 está a la vuelta de la esquina.  

Por eso, seguramente, el anfitrión estaba satisfecho con la chance de meter una iniciativa propia en agenda. Además, debe haber estado conforme con la nutrida presencia de dirigentes de casi todos los espacios en el coqueto salón Carrasco del Palacio de los Leones: el mencionado López Molina, Gigliani, Monteverde y otros referentes de Ciudad Futura, Cavatorta y los fiscales Edery y Schiappa Pietra, entre otros.

El que faltó y sin aviso fue Martín Rosúa, que justo ayer presentó un proyecto propio sobre el mismo tema. Aunque en general, fueron sonrisas y buena sintonía entre todos los presentes, que mostraron voluntad para discutir cómo poner freno en Rosario al lavado de activos, de la mano de la necesidad de bajar los niveles de delito violento que trae aparejado el dinero narco. Es que nadie podría estar en contra de que haya más inversiones en la ciudad, en gastronomía, cocheras, edificios, bares o guarderías náuticas. Pero el problema que muestra la última década es que la disputa de territorio para controlar los negocios ilícitos que generan esa ganancia, suele tener dos caras: la ostentación en el centro y la costa, la sangre derramada en los barrios.  

Un picante contrapunto entre Javkin y Cavatorta

Al final de la presentación, cuando ya no quedaba nadie en el salón Carrasco, Javkin y Cavatorta hablaron unos 15 minutos sobre la gestión municipal. Y en el medio de una conversación, estuvo este cronista. Arrancaron amablemente intercambiando ideas sobre el proyecto de lavado de dinero. Pero enseguida, hubo algunos cruces con temas de coyuntura.

La situación subió algún decibel cuando apareció un reproche del intendente para el edil peronista: "Vos cuando hacías tu programa, ibas con la cámara a mostrar cuando la GUM no trabajaba. Ahora que estamos queriendo mejorar los tiempos de la obra pública, ¿te parás en la vereda de enfrente? A esta te la voy a cobrar", le dijo el intendente al concejal, con años de recorrido como periodista televisivo.

Ambos se conocen hace tiempo y en ese marco de la confianza personal fue la charla:  "Acá no se trata de haber bancado o no al Sindicato, lo que hay tenés que responder es que vas a hacer con la obra pública, con los empleados y con sus reclamos ", retrucó Cavatorta. El edil venía de acompañar con su presencia esta semana la presentación de Antonio Ratner en el Anexo del Concejo, tras los polémicos dichos de José Luis Conde, que se había quejado del convenio de trabajo de los empleados municipales. Y de allí la bronca de Javkin.

El funcionario de Obras Públicas había dicho que los municipales trabajan "sólo seis horas" y se encendió la mecha. En ese registro, el intendente le dijo finalmente al concejal: "Al tema hay que discutirlo, más allá de la forma que no fue elegante. Y no es estar en contra de los laburantes, al contrario. ¿Cómo le explicás al vecino que pide más obras y que trabaja en negro o al que no tiene laburo, que las obras que hacemos en la Municipalidad sin tercerizar hay que cortarlas a las dos de la tarde? ¿No podemos arreglar para que algunos hagan turno a la mañana y otros después? ¿O pavimentar un fin de semana?".