Perotti suma perros de caza al gabinete
Omar Perotti ya toma la palanca de cambios para subir una marcha en este 2021. Ya ha dado varias señales de querer cambiar el perfil de su gestión y darle un tono más aguerrido y político. Con la renovación del Gabinete va en este camino, pero ampliar también significa darle más poder de decisión a quienes conformaron la unidad que lo llevó a la gobernación.
En los próximos días se pondrán en marcha los retoques en los ministerios de Gestión Pública, Gobierno y Trabajo. Son tres áreas de peso a las que pretende levantarle el semblante. Por eso opta por mantener a Rubén Michlig, ya no en Gestión Pública, sino como una suerte de comodín, técnicamente, “jefe de asesores del Poder Ejecutivo”. Michlig tiene mucho palacio y conocimiento del Estado y desde ahí aportar más.
En su lugar quedará Marcos Corach, un leal a Perotti que tienen un vínculo desde que el hoy gobernador era intendente en Rafaela. Es un perro de caza para responder a la oposición, característica que ya ha demostrado desde la secretaría de Articulación de Políticas Públicas dentro del ministerio que ahora encabezará.
Una figura similar es la de Roberto Sukerman que pasa de Trabajo, Empleo y Seguridad Social a Gobierno y Justicia. Acostumbrado a la confrontación, a su juego lo llaman si es necesario defender la gestión y lanzar ofensivas. Pero también le otorga política y proactividad.
Ambos se suman al perfil duro del ministro de Seguridad, Marcelo Sain, que tiene en sus manos un área de las más delicadas que no se conduce sólo con confrontación sino con resultados. “Es cierto, tenemos que tener un gabinete con perfil alto, me gusta eso”, sostuvo el gobernador días atrás antes del recambio.
Si bien Michlig y Corach provienen de la confianza más estrecha de Perotti, Sukerman llega desde La corriente, la agrupación de Agustín Rossi que sumó a la unidad desde 2017 para poder destronar al Frente Progresista. Esto significa que el rossismo se arrima a la mesa chica del Gobierno con pedidos de mayor apertura de las decisiones.
Estará en Perotti modificar sus formas de gobernar y correrse del estilo unipersonal para darle más impulso a la gestión y contener una oposición que se lanza con todo. Hay mucho en juego en un año electoral clave, y el justicialismo lo sabe. Por eso los nuevos movimientos y una marcha más.