Las opciones legales del ex presidente Luiz Inácio Lula da SIlva para evitar su detención se tornaron más estrechas este martes, luego de que el Superior Tribunal de Justicia (STJ), máxima corte penal, negó por unanimidad un habeas corpus preventivo para evitar cumplir en una cárcel la condena por corrupción antes de que se agoten las instancias de apelación.

El rechazo fue votado por los cinco miembros de la Sala 5 del tribunal, por lo que la defensa de Lula apelará ante el Supremo Tribunal Federal (STF), la corte suprema, que debe definir si el líder del Partido de los Trabajadores cumplirá su pena de 12 años y 1 mes de cárcel tras las rejas sólo con la condena en segunda instancia.

Antes del fallo, en declaraciones a Radio Metrópole de Salvador, Bahía, Lula envió un recado a los jueces vinculando el caso con su preferencia en las encuestas para las elecciones de octubre. "Espero que quienes van a juzgarme hoy en el Superior Tribunal de Justicia hayan leído el proceso, las acusaciones y la defensa, y permitan que el pueblo pueda juzgarme en octubre", dijo Lula.

'El día en que la Policía o el Ministerio Público prueben que yo recibí un real (indebidamente) estaré fuera de la vida pública', aseveró.

La decisión de este jueves no tiene que ver con el mérito del caso, sino con la procedencia de un habeas corpus preventivo antes de que se cumplan los trámites procesales sobre la eventual detención.

Sin embargo, como no hay plazos, Lula está viviendo una cuenta regresiva para que se ejecute su orden de prisión, ya que el STJ dejó el camino liberado para que el ex presidente sea detenido cuando lo determine la cámara de apelaciones de Porto Alegre, que lo condenó el 24 de enero.

La batalla judicial se basa en un fallo de la corte suprema que en 2016 determinó que se puede detener a un condenado en dos instancias y no en tres como marca la Constitución.
"No se ve ilegalidad en la determinación de cumplir pena después de la segunda instancia", dijo el juez que fue miembro informante del caso, Felix Fischer.

La defensa de Lula ahora debe esperar a la decisiva reunión del STF para definir su caso y el de miles que argumentan que la Constitución establece que la ejecución de las condenas a prisión deben cumplirse con el fallo confirmado en todas las instancias.

Lula fue condenado por corrupción en primera instancia por el juez Sérgio Moro en la operación Lava Jato y esa sentencia fue ampliada y ratificada por el Tribunal Regional de Porto Alegre. La cámara de Porto Alegre recibió los recursos de queja de Lula y un pedido de la fiscalía para ejecutar la prisión de inmediato. En la condena, la cámara de apelaciones resolvió por unanimidad encarcelar a Lula una vez terminados los recursos en la segunda instancia.

Lula, precandidato del Partido de los Trabajadores (PT), lidera las encuestas para las elecciones presidenciales de octubre próximo, pero la condena en dos instancias puede inhabilitarlo una vez que se abran los registros de candidaturas en la justicia electoral.