Los organismos de derechos humanos locales manifestaron su repudio y preocupación por la concesión de prisión domiciliaria para el represor Daniel Amelong, concedida este martes por la Sala 3 de la Cámara Federal de Casación. En las próximas horas, presentarán un recurso extraordinario ante la Corte Suprema de la Nación para que la decisión no quede firme. El 11 de agosto de este año, la Cámara Federal de Casación, pero en Sala 4, había rechazado el pedido del condenado a prisión perpetua para irse a su casa, que a su vez había sido denegado anteriormente por el Juzgado Federal N° 4 de Rosario.

El pedido por el cual le dieron este beneficio al represor responde a una causa donde Amelong ya tiene condena firme. El juez de ejecución de su pena es German Sutter Schneider, quien participó del Tribunal Oral que lo condenó, y rechazó ahora el pedido presentado por la defensa para conceder la prisión domiciliaria, situación por la cual la solicitud subió al tribunal de alzada, representado por la Sala 3 de Casación, que finalmente dio lugar al pedido de la defensa del represor.

Desde las querellas, compuestas por los organismos de derechos humanos y la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, presentarán en las próximas horas un recurso extraordinario ante la Corte que también tendrá su presentación por parte de la fiscalía a cargo de la megacausa Guerrieri. El máximo tribunal deberá decidir en breve si sostiene la prisión domiciliaria para Amelong o si hace caso al fallo anterior que niega este beneficio y que fue firmada en la Sala 4 por los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos y considera que en la presentación, el representante legal “no ha demostrado la alegada vulneración al derecho de defensa en juicio ni a la garantía constitucional del debido proceso”.

“Esta decisión generó indignación total, todos sabemos quién es Amelong, un provocador constante que se mete con las querellas y las víctimas. Además, no tiene ninguna dolencia que acredite y amerite la prisión domiciliaria”, expresó a Rosarioplus.com Santiago Bereciartúa, uno de los abogados querellantes por la secretaría de Derechos Humanos.

Según los médicos forenses que estudiaron la salud de Amelong, el ex militar “se encuentra bien de salud”, además que lleva una buena vida en la cárcel de Campo de Mayo en la provincia de Buenos Aires, donde comparte detención con otros represores juzgados por delitos de lesa humanidad. Ese dictamen fue firmado además por los peritos médicos de la defensa, pero para la causa donde se le negó la domiciliaria.

Sin embargo, para este recurso, por la causa donde se le da el beneficio, la defensa acompañó el pedido con una prescripción médica de parte, donde se avala que la salud de Amelong “es delicada y debe estar en su casa”. Increíblemente, la Sala que concede la prisión domiciliaria no tuvo en cuenta este antecedente en la decisión de los peritos oficiales.

“Él tiene problemas de corazón, pero puede ser tratado allí. Incluso le colocaron dos stent en el hospital militar que está a seis minutos de su lugar de detención. La verdad es que no hay un porqué para que esté en su casa”, apuntó Bereciartúa. En ese sentido, señaló que donde está detenido Amelong “es una cárcel vip, donde incluso juega al tenis”.       

Amelong es un ex miembro de inteligencia del Ejército con el grado de teniente, que actuó en los centros clandestinos de detención Quinta de Funes y Fábrica Militar Domingo Matheu, en jurisdicción de Rosario; y que desde agosto está sentado nuevamente en el banquillo, en el marco del cuarto tramo de la megacausa Guerrieri (por Pascual Guerrieri, responsable de inteligencia del Ejército).