La línea 147, vía telefónica que recoge reclamos y consultas diversas de la ciudadanía, está sostenida por un plantel de trabajadores que en las últimas semanas viene dejando en evidencia una situación que en la Municipalidad de Rosario es histórica: la precarización laboral camuflada bajo eufemismos y formas sui generis que esquivan la relación de dependencia formal y legal: pasantías, contratos a terceros, personal transitorio, etc. La gestión del intendente Pablo Javkin rechaza esos planteos y defiende el sistema de pasantías a través del cual la Municipalidad de Rosario cubre alrededor de 500 puestos laborales en distintas áreas. 

RosarioPlus dio cuenta días atrás del panorama que describen pasantes universitarios que se desempeñan como telefonistas en la Línea de Atención Ciudadana. Pero eso no es todo. Ahora, pese a la desmentida del municipio, surgen detalles que implican no solo a estudiantes universitarios en ese servicio municipal sino que también hay trabajadores que por años se mantienen en situación irregular. 

Trabajadores involucrados en la situación hablaron a condición de preservar sus identidades, con el temor de ser despedidos como represalia. Los pasantes aseguran que son quienes sostienen la línea 147, a cambio de 17.800 pesos mensuales y con obligaciones similares a las de un empleado de la planta municipal. 

El malestar sigue y surgieron nuevas voces que aseguran que nadie en el servicio es personal de planta, a excepción de dos personas que coordinan el CIOR (Centro Integrado de Operaciones de la Municipalidad de Rosario). Los telefonistas están todos en negro: hay pasantes, monotributistas, contratados y tercerizados de otros servicios como Alumbrado.

"A los pasantes, que trabajan de 8 a 20, de lunes a viernes, les venden que luego pueden pasar a ser contratados, pero antes deben estar un año y medio como pasantes, después dos años como monotributistas, y recién después ser empleados en relación de dependencia del Ente de la Movilidad de Rosario", contaron a este medio.

Aseguran que el discurso instalado les promete un blanqueo que nunca llega. "Les hacen creer que luego de pasar el atropello de ser pasantes, cobrando miseria y en muchos casos a destiempo, pueden llegar a ser contratados, estar en blanco". 

Operadores del 147 se rebelan contra la precarización laboral municipal

El testimonio de alguien que conoce de cerca ese proceso relata: "Cuando pasás a ser monotributista te hacen firmar un contrato por un año, y luego se renueva por otro año más, excepto a los que se les terminaron el contrato en plena pandemia, que estuvieron 6 meses aproximadamente, sin firmar la renovación. Podríamos decir que casi en negro estuvieron trabajando", aseguró la fuente.

Al no haber una relación laboral convencional, acontecen irregularidades. Demoras en el pago de haberes –han esperado tres meses en algunos casos–, interrupción unilateral y sin aviso previo del contrato. Por cierto el costo fiscal del monotributista corre por cuenta suya, aunque en rigor esa persona solo trabaja para un solo "cliente": el Estado municipal.

Hay otro grupo que está blanqueado, pero no como empleado municipal sino de Comercio. Desde allí han requerido precisiones acerca de su vínculo laboral, sin respuesta. "Como en ese convenio no hay categoría de 6 horas, están fuera del mismo", aseguraron.

Otro grupo lo integra personal contratado de la empresa que hace el mantenimiento del alumbrado público, que participa del 147, de lunes a viernes, de 20 a 2 AM, pero inscripto como "serenos de la Uocra", el gremio de la construcción. "Hacen lo mismo que el resto de los operadores telefónicos pero cobrando menos", señalaron las fuentes.

La línea 147 ya no evacúa consultas y reclamos sobre el transporte y la movilidad. En el último tiempo absorbió temáticas diversas, incluso de asuntos pertinentes a la GUM y al área de control. "El vecino tomó el servicio como propio y nos consulta por la Billetera Santa Fe, por el plan de vacunación, por el boleto gratuito, las normativas vigentes con respecto a covid, sumado a todo lo que intervenga la Municipalidad".

"Al pedido  de un compañero por un cambio de turno le contestaron “agradece que tengas trabajo”", contó una de las personas consultadas.  

Con la pandemia, se estableció que estos telefonistas son "personal esencial", y fueron asignados a cumplir tareas desde sus hogares. "No nos brindaron ninguna posibilidad de ayuda para que podamos realizar el trabajo desde nuestras casas. Hay compañeros que contrataron internet, otros que tuvieron que pedir prestado computadoras, compra de auriculares especiales y en algunos casos mejorar la conexión a internet, porque si la conexión es baja, se escuchan mal las llamadas. Y ni siquiera nos dieron las gracias", se ofuscaron.

"Si el servicio tiene algún reconocimiento es gracias a que la mayoría ingresó como pasante universitario, un 90% de los empleados son estudiantes o profesionales de psicología o comunicación social. Ahora están dispuestos a hacernos atender una temática muy difícil de abordar. "Acoso callejero". Manifestamos en la capacitación que es difícil abordar un llamado de una persona que sufrió acoso, cortar y tomar un reclamo por una fiesta clandestina", plantearon.