El inicio de las conversaciones fue confirmado pasado el mediodía (hora de Ucrania) en su cuenta de Twitter por Mijailo Podoliak, negociador y consejero del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. "La comunicación (con Moscú) sigue establecida aunque es complicada", dijo el vocero indicando que "ambas partes expresarían sus posiciones concretas".

"La razón de nuestros desacuerdos vienen del hecho de que tenemos sistemas políticos muy diferentes", subrayó, calificando el de Rusia de "la máxima opresión de su propia sociedad".

Se trata de la cuarta ronda de conversaciones entre Podoliak y su homólogo ruso, Vladimir Medinski, asesor del Kremlin. Las tres sesiones anteriores se celebraron en las fronteras ucraniano-bielorrusa y polaco-bielorrusa.

Esta nueva ronda se produce después de una primera reunión entre los jefes de la diplomacia rusa y ucraniana el pasado jueves en Turquía, recordó la agencia de noticias AFP.

Ucrania dijo en las últimas horas que volvería a exigir una tregua inmediata en los combates y la retirada de las fuerzas rusas, casi tres semanas después del inicio de la invasión.

"Nuestra postura no ha cambiado: paz, alto el fuego inmediato, retiro de todas las tropas rusas y solamente después de eso podremos hablar de nuestras relaciones y de nuestras diferencias políticas", dijo Podoliak en un video.

El mensaje del asesor ucraniano se conoció pocas horas antes de la nueva ronda de consultas bilaterales destinadas a solucionar la situación derivada de la invasión rusa, en un contexto de mayor optimismo tras cuatro encuentros sin demasiados avances.

Fuentes de los dos equipos coincidieron en afirmar que las posiciones de las partes se acercaron en los últimos días, por lo que esperaban con optimismo las nuevas conversaciones.

Moscú “se ha vuelto mucho más sensible a la posición de Ucrania” y “ha comenzado a hablar constructivamente”, afirmó Podoliak, sin dejar de reiterar en otro momento del mensaje que las propuestas ucranianas “están sobre la mesa y son muy fuertes; entre ellas están la retirada de las tropas y el cese al fuego”, según la agencia de noticias ANSA.

El diplomático subrayó que por ese motivo esperaba que haya “resultados concretos en los próximos días”.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, había dicho el viernes que veía “progresos positivos” en las conversaciones y Zelenski destacó el sábado que Moscú adoptó un enfoque “fundamentalmente diferente”.

Desde el inicio de la ofensiva rusa, el 24 de febrero último, 596 civiles ucranianos murieron, según la Organización de Naciones Unidas (ONU), entre los cuales se cuentan 85 niños, informó la oficina del fiscal general de Ucrania.

Además, se documentaron 12 decesos y 34 heridos en 31 ataques contra el personal y la infraestructura sanitaria, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) que exigió, junto a la Agencia de Naciones Unidas para la infancia (Unicef) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), un alto al fuego.

Rusia lanzó hace 19 días una ofensiva militar en Ucrania bajo la justificación de que el Gobierno de Kiev venía cometiendo crímenes contra los habitantes de dos provincias rusoparlantes en la región del Donbass a las que, previamente, Moscú había reconocido como Estados independientes.

Ucrania, en cambio, afirma que con la operación militar Rusia pretende arrasar con la cultura y la historia ucraniana, y derrocar a Zelenski para promover que llegue al poder un dirigente cercano a Moscú.