Corea del Norte criticó las duras sanciones aprobadas por la ONU el sábado como castigo por sus ensayos de misiles y lanzó amenazas a Estados Unidos, principal impulsor de estas medidas que imponen más presión sobre la economía del hermético país. "Será mil veces más grande", afirmó.

El fin de semana, el régimen de Kim Jong-un dijo que las sanciones "no funcionarán" y servirán para "justificar todavía más" su acceso a armas nucleares. En un comunicado, Pyongyang afirmó que las sanciones son el fruto de un "odioso complot de Estados Unidos para aislar y sofocar" a Corea del Norte. 

Ahora aseguró que está listo para hacer que Washington pague un precio "por su odioso crimen" contra la nación y el pueblo norcoreanos en un texto publicado por la agencia estatal de noticias KCNA dos días después de aprobarse las sanciones. 

"Llevaremos a cabo una acción justa y decisiva (contra Estados Unidos) tal y como ya hemos advertido", prosigue el documento, que considera que el castigo aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU constituye una violación de su soberanía y de su derecho al desarrollo.

"Mientras Estados Unidos siga manteniendo su política hostil y su chantaje atómico... no nos moveremos ni un ápice del camino marcado para fortalecer nuestro poder nuclear", añade. 
Corea del Norte defiende que su programa nuclear y de misiles pretende solamente disuadir a Estados Unidos, país con el que se mantiene técnicamente en guerra desde más de 60 años, de una invasión.

Las sanciones de la ONU llegan en respuesta al primer misil balístico intercontinental (ICBM) que lanzó en su historia Corea del Norte el pasado 4 de julio, un hito armamentístico al que le ha seguido el lanzamiento de un segundo proyectil de este tipo disparado el 28 de julio.