Mueran los salvajes unitarios
Los juicios de Santa Fe a Nación y el poncho federal que sirve tanto para el barrido como para el fregado. ¿Interior vs centralismo porteño o mutilación del poder público? La Corte Suprema, el topo que destruye al Estado desde adentro. Ah, cierto: hoy se vota.
La imagen del gobernador Maximiliano Pullaro acompañado por sus antecesores Omar Perotti y Antonio Bonfatti en la audiencia de conciliación por el juicio que mantiene la provincia de Santa Fe contra la Nación en reclamo de deudas previsionales constituye el signo más nítido de una verdadera política de Estado. Lo cual no necesariamente constituye algo positivo, valga la aclaración.
Primero lo primero. Este litigio se abrió en 2023 por diferencias en el monto que la Nación transfería a la Provincia en cumplimiento de los pactos fiscales noventosos que incluían el financiamiento parcial del déficit de las cajas jubilatorias no transferidas. Esa situación se agravó considerablemente tras la llegada de Javier Milei a la presidencia por una razón muy sencilla: decidió que no iba a mandar ni un centavo más por este concepto. Y cumplió, por cierto.
El sacrosanto superávit fiscal libertario se explica, en un volumen no menor, por estas decisiones. Por eso también, entre otros elementos, hay quienes argumentan que el orden macroeconómico promocionado por el gobierno no es tal. O por lo menos, que no cuenta con la consistencia que se publicita. Todo ello, sin entrar a relojear los tétricos números del déficit en dólares.
A propósito: ¿vieron que todos los que se viven preguntando si la gente que participa en marchas y protestas no trabaja evita hacerse el mismo interrogante cuando ve decenas de miles de argentinos en las tribunas estadounidenses del mundial de clubes? El que tiene billetines verdes hace lo que quiere.
Este juicio de Santa Fe por deudas previsionales tiene un antecedente relevante que también involucra a fondos de la seguridad social. También producto de los pactos fiscales en la era menemista, el conjunto de las provincias y el Estado nacional ponían el 15% del total de la masa coparticipable para sostener a la Anses. Ese aporte comenzó a ser cuestionado en el gobierno de Jorge Obeid y luego, ya en la gestión de Hermes Binner, el reclamo fue llevado a la Justicia. Al igual que ahora, en esa ocasión el mandatario fue acompañado de sus antecesores en el cargo.
Con un timing desprovisto de maquillaje, dos días después de la victoria de Mauricio Macri en el ballotage contra Daniel Scioli en 2015, la Corte Suprema de Justicia falló en favor de la provincia de Santa Fe e hizo lo propio con Córdoba y San Luis, que tenían juicios similares. Eso implicó que, automáticamente, el flujo de plata que iba a la Anses empezó a entrar en los Estados subnacionales.
Fue esa razón, y no las moratorias previsionales como falazmente se repite a diario, la que explica el rojo de la seguridad social argentina. Los datos están a la vista: desde la estatización de las AFJP en 2008 hasta el fallo de la Corte en 2015, la Anses fue superavitaria salvo ese último año que cerró con un levísimo déficit. La caída del empleo registrado, las alegres bajas de impuestos y contribuciones patronales y varios etcéteras más completaron el laburito. Debe incluirse allí la famosa “reparación histórica” del macrismo, a la cual curiosamente nadie le asigna el mote de “populista”.
Se podría decir, con toda razón, que los gobernadores pelean por recursos para sus provincias. En efecto, nadie podría reprochar semejante cosa. Ahora bien, tampoco es justo gambetear la discusión sobre el inclusivo concepto de la “defensa de los intereses de Santa Fe”. Por una cuestión muy sencilla: 9 de cada 10 jubilados santafesinos son de Anses. ¿O acaso se creían que los beneficiarios de la seguridad social nacional vivían todos en Palermo Soho?
Otro tanto hay para debatir sobre las decisiones inapelables de los cortesanos. Hay quienes opinarán que sus acciones estuvieron correctamente orientadas hacia una justa distribución geográfica de la riqueza. Olvidan un detalle: el máximo tribunal falló en favor de CABA por el 3,5% de coparticipación que le había regalado Mauricio Macri en su inolvidable paso por la Casa Rosada.
Pareciera ser, en consecuencia, que también hay una política de Estado en la Corte, consistente no en una reivindicación de la divisa rojo punzó sino más bien en una sistemática amputación de los recursos, y por ende el poder, del Estado nacional. Viva la Santa Federación, dirán los buenos muchachos de la Asociación Empresaria Argentina.
Bonus track. Hoy hay elecciones locales en Santa Fe. No se violará aquí la veda, a diferencia de lo que ocurre en forma creciente en todos lados. Eso sí, una recomendación: a votar, que ese pueblo, esa ciudad, esa provincia y ese país no se hacen solos.