Hablar de espíritu destituyente es solo intentar desviar la atención. El paro de hoy fue contundente: el trabajador quiere que se lo incluya en la discusión. No hay expectativas de que el gobierno acuse recibo de lo sucedido, todo indica que Macri se mantendrá en una rígida postura que, curiosamente, lo pone en una situación incómoda.

Casualmente, durante esta misma mañana, el presidente participó de la apertura del Foro Internacional de Economía en el hotel Hilton de Capital Federal. Allí hizo formal el llamado a inversiones extranjeras. El mismo solo tiene asidero si se buscan especuladores financieros, porque el consumo en Argentina cumple estos días 13 meses de caída constante. ¿Porqué pensar que un industrial argentino va a comprar maquinaria nueva afuera cuando las herramientas con las que cuenta actualmente están ociosas debido a la caída del consumo interno? La invitación del gobierno a los capitales foráneos es exclusivamente especuladora.

A partir de esto y de la confrontación del gobierno (trató de "mafiosos" a los sindicalistas), se desprende que el paro de hoy no es intempestivo. Inclusive, se puede entender que la CGT demoró esta manifestación. Que la mayor parte del país hoy haya decidido no ir a trabajar es el resultado de la actitud de un gobierno que se pierde en símbolos políticos mientras esquiva lo importante: la necesidad de generar políticas de empleo y redistribuir de la riqueza. 

“No hay Plan B”, comenta el presidente cuando se le pregunta sobre las alternativas a futuro. Lo dicho solo confirma que si gana las elecciones de octubre el camino será profundizar estas políticas de ajuste y sacrificio que tienen como única víctima a la clase trabajadora. La misma que hoy se expresó. Esta postura parece ayudar al gobierno a conseguir sus objetivos, pero en el horizonte del PRO, a partir de esta actitud, aparecen algunas nubes. Una consultora local sorprendió hace unos días con un dato interesante: sin utilizar nombres propios preguntaba al encuestado “¿A qué representante votaría? ¿Alguien que ponga un freno a las políticas del gobierno nacional o uno que las avale?”. Más del 75% se inclinó por la primera opción.

La masiva manifestación del día de hoy, los datos científicos y la negación del gobierno a abrir el diálogo dibuja un panorama complicado para el futuro del país.