Pasaron encuestas, declaraciones, traiciones, sorpresas, llegaron las Paso. Sin bien no definen al próximo presidente, estas primarias tienen la particularidad de ser una encuesta que puede anunciar la definición de las elecciones.

La fórmula del Frente de Todos, Alberto Fernández – Cristina Fernández de Kirchner, favorita en todas las encuestas, aspira a quedar lo más cerca posible del 45% que habilita a la victoria en primera vuelta. Quieren entrar en una zona de succión que los impulse irremediablemente a ganar en octubre.  

Pero también mira de reojo el número que logre Mauricio Macri junto a su vice Miguel Pichetto de Juntos por el cambio. Si la diferencia es más de 6 puntos, se le haría cuesta arriba al oficialismo, según creen tanto macristas como kirchneristas.

“Vamos a tomar las Paso como si fuera la primera vuelta, y las generales como un ballotage”, reveló Rosarioplus.com una legisladora santafesina de peso en el Frente de Todos.

Jugar toda la carne al asador en la primera vuelta también demuestra que el macrismo está mejor parado por un posible ballotage. Es la bala de plata que guarda Juntos por el cambio pero para eso necesita, como se dijo anteriormente, unas Paso relativamente parejas. Aguantar dos rondas para triunfar. Por eso el propio presidente Mauricio Macri cerró sus actos rogando que el domingo se vaya a votar y no piensen directamente en las generales.

Ambos candidatos hablan de una elección crucial para el futuro del país. El oficialismo plantea que en estos cuatro años tuvo que armar los cimientos para crecer de manera consolidada porque el país estaba atado con alambres. 

El Frente de Todos sostiene que cuatro años más de política macrista mandaría al país a la B. "El futuro es hoy", sostuvo al pie del Monumento a la Bandera, Alberto Fernández, en el masivo acto de cierre de campaña, como forma de demostrar la urgencia social y económica que vive el país.

En tanto, la avenida del medio llega cascoteada de la mano del candidato de Consenso Federal, Roberto Lavagna, y secundado por el salteño, Juan Manuel Urtubey. La candidatura para romper la grieta fue sólo un amor de verano que no terminó de prender en la dirigencia política y mucho menos en la sociedad.

La avendida del medio fue muy amplia: coqueteó con el arco peronista donde había no menos de cuatro candidatos a presidente pero se desilachó y cada uno aterrizó en otros espacios: Sergio Massa pegó la vuelta al kirchnerismo, y Miguel Pichetto sorprendió aceptando ser vice de Macri.

Lavagna pretendía ser el único candidato de la unidad pero, al no ceder un centímetro, la fuga lo condenó. Sólo Urtubey no encontró otro espacio y se dignó a acompañar de vice del ex ministro de Economía.

Claramente la polarización entre macrismo y kirchnerismo aún no llegó a la etapa de descenso, y por lo tanto el proceso antagónico sigue rigiendo el escenario político. Entre 70 y 80% del electorado votará o por Fernández o por Macri. Es todo un número. 

Pero Lavagna tendrá un papel importante aunque involuntario: serán clave sus adhesiones sobre todo en un posible ballotage. ¿A quién le conviene que se mantenga en carrera? ¿Al kirchnerismo, favorecido por el desencantado con Macri que no votaría a Alberto? ¿A Juntos por el cambio, en su movida para que no se le escape más Alberto?

También podría ser parte de estas especulaciones el candidato José Luis Espert de perfil liberal. También competirán por el Frente de Izquierda-Unidad, Nicolás del Caño; Manuela Castañeiras del Movimiento al Socialismo (MAS); Juan José Gómez Centurión del Frente NOS; y el neonazi Alejandro Biondini entre otros.

Diputados

También se renuevan 10 de las 19 bancas santafesinas en la Cámara de Diputados. Del Frente de Todos, encabeza el camporista Marcos Cleri que no hizo fuerte campaña confiando en el arrastre de Alberto Fernández. De buena llegada a Máximo Kirchner, fue uno de los dirigentes que estuvo en la primera plana de las visitas de Alberto Fernández a Rosario e incluso de Cristina en la presentación de su libro. 

En Juntos por el cambio hubo un ruido al que no estaban acostumbrados. La lista oficial la encabeza Federico Angelini junto a una radical del riñón de José Corral, Ximena García. Pero al quedar fuera de la nómina la UCR provincial, Martín Rosúa decidió plantarle una interna. Finalmente las limitaciones de la justicia y sobre todo políticas lo obligaron a competir sin boleta larga, es decir, no compartirá boleta con la cara de Macri.

En Consenso Federal también hubo discordia. Una parte del socialismo no compartió la decisión de ser parte de Consenso Federal por cuestiones ideológicas sobre todo por el vice Urtubey. Así, el candidato a diputado Enrique Estévez quedó en medio de la discusión por ser el elegido por Miguel Lifschitz, promotor del Lavagna. Gritos, acusaciones y ahora se verá una reconfiguración del Partido Socialista.