El gobernador Miguel Lifschitz se tomó un día responderle al presidente Mauricio Macri, quien el martes de manera sorpresiva le reprochó no tener “vocación de coordinar” un trabajo en conjunto entre Nación y Provincia. “Les molesta la presencia del Frente Progresista en Santa Fe”, dijo el gobernador y de esta manera ancló la ofensiva del presidente a la tensión con Cambiemos a nivel provincial.

Lifschitz se tomó un día para recoger el guante y analizar el contragolpe discursivo. Finalmente optó por atar las declaraciones de Macri a una discusión política de nivel provincial, en medio de un ambiente tenso con los radicales, quienes en la provincia forman parte del Frente Progresista y a nivel nacional de Cambiemos.

Justamente, es esto lo que molesta a los dirigentes del Pro, los cuales intentan romper con el socialismo. Sin ir más lejos, el diputado provincial del Pro Federico Angelini, les dijo a los radicales que “no se puede estar de los dos lados del mostrador”.

“El foco de Macri apuntó a lo político más a los hechos (...) Les molesta la presencia del Frente Progresista en Santa Fe. En ese esquema que le es tan funcional al gobierno que es dividir la sociedad entre kirchneristas y Cambiemos, como si nada hubiera en el medio, bueno el Frente molesta. Tal vez no encaja en su esquema. También incentivado por algún dirigente local del Pro, están atareados en generar fisuras”, afirmó en declaraciones a LT8.

Los dichos de Macri, quien dejó la diplomacia habitual y disparó con munición gruesa, dejó helado al gobernador. “Me sorprendió, porque justo estuve en un almuerzo ayer con él, y por la tarde escuché esas declaraciones. Si hay algo fuera de la realidad es esa calificación hacia mí gobierno y hacia mí, está fuera de contexto. Cualquiera que me conoce sabe que soy una persona de dialogo y de buscar siempre coordinar”.

“Soy el gobernador con mejor asistencia de las reuniones que han convocado el gobierno nacional. Siempre tuvimos apertura al diálogo”, afirmó, y consideró que esto no tendrá mayor escalada porque “las cuestiones de Estado no tienen que ver con las miradas particulares”.