El proyecto de reforma previsional quedó sin tratarse por falta de quórum y desde Cambiemos atribuyeron gran parte de la responsabilidad a los gobernadores, con quienes el gobierno había firmado el acuerdo fiscal, en el cual presuntamente se comprometían a que sus legisladores votaran a favor del proyecto jubilatorio. “No se conocían los detalles de la ley (previsional). Solo establecía un marco genérico que tampoco se cumplió”, se defendió este viernes el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz.

Desde el oficialismo apuntaron los cañones a los gobernadores por no disciplinar a sus legisladores a la hora de dar quórum en el recinto. Entendían que el acuerdo fiscal firmado hace un mes implicaba adhesión legislativa en un proyecto tan complejo de aprobar. Sin embargo, lo previsional no formó parte condicionante del acuerdo.

“No se conocían los detalles de la ley. Y la alusión a la reforma previsional solamente establecía un marco genérico que no era competencia de los gobernadores discutir sino del parlamento”, afirmó el gobernador. “En ningún momento fue parte de la discusión. Porque, además, los gobernadores no tenemos competencia ni jurisdicción de los temas previsionales. Siempre fue claro que era un debate del congreso”.

Luego explicó que ese “marco genérico” establecía límites a los regímenes de privilegio, la aplicación del 82% móvil para las mínimas, y si la pauta de las jubilaciones se modificaba “debían garantizar una recuperación con índices superiores a la inflación”. “No se hicieron ninguna de las tres”, disparó.

“El avance legislativo de la reforma no estaba en sintonía con lo conversado”

En una línea similar, el jefe del interbloque de Cambiemos, Mario Negri, lamentó la no inclusión del tema previsional en el acuerdo con los gobernadores. “Obviamente, cuando uno hace un acuerdo, tiene que cumplirlo. Acá se actuó de buena fe. Si lo hubiera hecho yo hubiera metido adentro del acuerdo fiscal, el tema previsional, porque dejarlo afuera era un riesgo".

Violencia

“El escenario es muy preocupante porque nos trae recuerdo de distintas épocas pasadas. Hubo una actitud desproporcionada de las fuerzas de seguridad. Siempre en estas ocasiones suele haber grupos que ejercen violencia pero (la Gendarmería) fue desproporcionada y agudizó el fenómeno de confrontación. Después se vieron escenas casi de pugilato dentro de la cámara, algo que no se veía hace muchos años”.

Lifschitz consideró que la violenta sesión abre muchos interrogantes: “¿Cómo vamos a encarar las discusiones difíciles y complejas?, ¿Serán por la vía de la violencia o del diálogo?

"Yo no he recibido presiones, y jamás hemos condicionado el voto de nuestros legisladores"

“(El gobierno) Debe demostrar capacidad de dialogo, de negociación para modificar, corregir y buscar acuerdos. Ninguna ley de tanto impacto social como esta se puede sancionar contando los votos uno por uno para ver si se llega al quorum. Estos proyectos necesitan indispensablemente un marco amplio de consenso”