En el multitudinario acto en Defensores de Belgrano para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores, la CGT habló por primera vez de discutir una reducción de la jornada laboral y las luces se encendieron. ¿Un esquema posible? ¿Una utopía? 

En el documento leído en el acto de la CGT de este martes, uno de los puntos estableció: "El sindicalismo en general y el argentino en particular se pone al frente también para discutir un esquema de relaciones laborales que debata la reducción de la jornada laboral, como un instrumento que estimule el empleo y distribuya mejor el beneficio extraordinario del capital".

El sindicalista Carlos Acuña fue el primer orador e hizo referencia al asunto planteando "bajar la jornada laboral de 8 horas a 6 para que en lugar de que haya 3 puestos de trabajo pasen a ser 4". En el cierre, Héctor Daer de Sanidad y cotitular de la CGT propuso "acabar con la jornada laboral semanal de 48 horas", a la que calificó como "una antigüedad porque la productividad de hombres y mujeres se multiplicó exponencialmente". 

Hoy la Argentina tiene las jornadas legales de trabajo más extensas del mundo: las 8 horas diarias, 48 horas semanales. "Cuando hablamos de productividad tenemos que arrancar por ahí porque si un hombre y una mujer producen mucho más que cuando se pusieron las 8 horas de trabajo y las 48 semanales habrá que discutir y cambiar esto".  

Claro que eso es para los asalariados y depende del convenio de colectivo. El problema de fondo es la flexibilización, el trabajo en negro y una gran cantidad de actividades con pluriempleo. Nada parece sencillo de reformar cuando de trabajo se trata, pero al menos la CGT lo puso en agenda.