El aval de la oposición en la Cámara de Diputados para aprobar esta semana la ley de conectividad del oficialismo tiene también un costo extra y reclamo para el perottismo. Después de más de un año de negociaciones, la oposición, excepto los once del radicalismo de Juntos por el Cambio (JxC), destrabaron el proyecto, lo que significa un gesto político por el que deberá responder el gobernador. 

El socialista del bloque Igualdad Rubén Giustiniani pasó en limpio esta idea. Dijo que se trató de un ademán político de la oposición y le pidió a Perotti un “reconocimiento a algo que no es menor en medio de la campaña electoral”. “Debe interpretarse este gesto positivo”, insistió Giustiniani. 

Luego agregó en contacto con Rosarioplus: “La Legislatura debe salir del suma cero, porque no apruebo todavía ley de educación, que es una vergüenza que sea la única provincia en el país, la ley de Educación Sexual Integral (ESI), otra vergüenza no tenerla, de acceso a la información, y defensa del consumidor, entre tantas leyes. Esperemos que sea un paso importante para destrabar leyes ”. 

Lo curioso es que esas leyes están cajoneadas en el Senado, terreno hostil para el oficialismo y una película totalmente diferente, donde las trabas opositoras son justicialistas. Lo que plantea Giustiniani es una armonización amplia de toda la política y que salga del oficialismo el próximo paso.

Por su parte, el socialismo referenciado en Miguel Lifschitz no comparte esta idea de esperar algo a cambio. "No hay un cuerdo político, ni esperamos ningún gesto. Hubo un acuerdo en el que el Ejecutivo se comprometió a una serie de puntos en una serie de puntos de las audiencias públicas en materia de conectividad. Hasta ahí".