La libreta de almacenero de Pullaro
La compleja situación financiera que se avecina con la asunción de Javier Milei preocupa a las provincias y a Santa Fe. El gobernador electo ya va tomando nota de lo que le deja Perotti.
La incertidumbre que destila el plan económico del presidente electo Javier Milei, obligó más que nunca a Maximiliano Pullaro a enfocar y mirar en detalle las cuentas santafesinas. El recorte de recursos coparticipables que se viene de parte de Nación, sumado al escenario financiero complejo que queda en la provincia, obliga al gobernador a replantearse varias cuestiones en su hoja de ruta.
Pullaro vio cómo en las últimas dos semanas le cambió la agenda y los planes. La victoria de Milei desacomodó todos ejes y resortes del Estado. No dramatizó, sino que trató de buscar puentes con el mileísmo y evitar las confrontaciones en este momento.
Mantuvo reuniones a comienzos de semana con los futuros ministros Guillermo Francos, del Interior; Guillermo Ferraro, de Infraestructura; de Mariano Cúneo Libarona, de Justicia; y Patricia Bullrich de Seguridad. No se trajo buenas noticias, pero buscó ser pragmático: si, por ejemplo, el esquema de financiamiento y administración de rutas y caminos en la provincia se privatiza, no patalear. Claro, mientras se hagan.
Internamente deberá contener a intendentes y presidentes comunales de las inevitables turbulencias económicas. Se reunió y no les vendió espejitos de colores; no hay margen para mentirse verdades. Pullaro y su equipo describieron con un tono oscuro lo que viene y se enfocó en una cuestión: el déficit y la deuda flotante que deja Perotti.
Sin embargo, el actual titular de Economía, Walter Agosto, dijo que “el resultado fiscal es positivo”, lo contrario a lo que sostiene el equipo entrante. “Santa Fe registra una posición financiera sólida en la que el total de disponibilidades y títulos públicos exceden los compromisos de corto, mediano y largo plazo". Básicamente el perottismo dice que le deja plata y no deudas.
Hasta salió a primerear y a avisar que el aguinaldo lo paga con plata que deja Perotti. “¡Que logro colgarse esa medalla para una gestión!”, dijo con ironía un pullarista. En el futuro oficialismo desconfían de los números, creen la deuda flotante está subcontabilizada y que dejaron expedientes parados desde hace varias semanas a propósito así no inflan el debe. Hasta dicen que cuando asuman encontrarán los números que ellos proyectan y no los de Agosto.
El impacto inflacionario en la masa salarial es todo un problema. La cláusula gatillo que se disparó un 37% en noviembre para estatales fue un bombazo. Seguramente sea un tema para analizar en las próximas paritarias y más en un posible escenario de inflación recalentada.
“Desde el 10 de diciembre llevaremos adelante una administración eficiente de todos nuestros recursos”, dijo Pullaro. Claramente se arremangará y sacará la libreta de almacenero.