Y un día el letargo de María Eugenia Bielsa terminó. Las idas y vueltas que demostró en los últimos años respecto a posibles candidaturas, bien podrían conformar a su hermano Marcelo como carrilera de su equipo de fútbol pero no tanto a la práctica política. Quizás la ecuación no cambió pero sí el resultado. Fiel a su estilo, en los últimos meses no soltó prenda de sus intenciones electorales hasta este jueves.

Las expectativas estiradas hasta último momento sugerían una vez más indefinición y amenazaban con no tener retorno si no se concretaban en un anuncio. Pero finalmente se lanzó y la vacilación quedó reducida a un período anecdótico en su carrera.

La convocatoria llegó de un día para el otro: en una casa de campo en Santa Fe, a las 10, con medios, preguntas y transmitiendo en vivo por Facebook. Segundos antes del comienzo una asesora le sugirió que se quite el saco, le acomodó el vestido y también el almohadón frente a una mesa baja y redonda. La lógica indicaba que si la previa era tan puntillosa, el mensaje sería importante. “Encuentro por Santa Fe disputará las próximas elecciones de este año y yo voy a ser precandidata por la gobernación de Santa Fe”, dijo.

En ese momento largó la interna contra Omar Perotti, el adversario de peso en las Paso más allá de que serán preciados los votos del kirchnerista puro Marcos Cleri. Luego será tiempo (o no) de preocuparse por Cambiemos y el Frente Progresista. El cabeza a cabeza con el rafaelino será de lo más intenso de las Paso y Bielsa lo sabe. “Se dice siempre ‘van a ser internas civilizadas’, y en realidad las internas son internas”, afirmó confirmando las expectativas.

Luego prometió hacer “todo el esfuerzo para no contaminar a la ciudadanía” con la interna, y que dirá “lo necesario y justo” para no agobiar. “Nosotros hicimos todo el año el esfuerzo para que no haya internas. No porque no sea motivadora, sino porque hay un agotamiento”, completó.

En su primera exposición como precandidata no cumplió del todo porque desplegó un extenso discurso de lanzamiento, por momentos con dilaciones y aclaraciones que aplazaban el objeto de la pregunta.

Los ejes de campaña fueron producción y trabajo, bañados por una interpretación justicialista clásica al rememorar el “ADN que tiene el peronismo y el cuarto peronismo, el de Duhalde y los Kirchner”. Coincidentemente los ejes son los elegidos por Perotti, quien erigió la productividad como objetivo central.

"Nos gustaría que el equipo de Omar comparta el espacio", dijo, y no necesitó sumarle “y que sea mi vice” para leerse quizás como una chicana para el rafaelino. Es que partiendo de lo utópico que sería  que Perotti se sume a Encuentro por Santa Fe, suena a una devolución ya que hace dos meses, cuando se reunieron a solas, él le propuso dejar las internas de lado y que se lance para la intendencia de Rosario, en lo que pareció bajarle el precio a la ex vicegobernadora. 

Pero lo cierto es que convocó a la "unidad", aquella misma que les reclamó a dirigentes del peronismo santafesino a cuatro días del cierre de las listas del 2015 en una carta donde terminó bajándose de la candidatura y reprochándoles actitudes legislativas. Los mismos dirigentes con los que se había peleado al renunciar a su banca en la Legislatura en 2011, muchos de ellos poco reciclados en la actualidad.

Bielsa largó sin precisiones sobre el acompañamiento más allá de la idea de una construcción amplia dentro del "campo popular" que estirará hasta el último día del cierre de las listas. Habló de horizontalidad aunque el personalismo quedará de por sí evidenciado. Como manda su perfil, los detalles los guardará y mostrará luego, sobre la hora, la hora B.