La Corte Suprema de Justicia confirmó este martes la condena contra Cristina Fernández de Kirchner por corrupción en la causa Vialidad. El fallo, que se vuelve definitivo, impone seis años de prisión efectiva e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. De este modo, la dos veces presidenta de la Nación no podrá postularse en las próximas elecciones, como pretendía, y se convierte en la segunda ex mandataria en democracia en recibir una condena firme, luego de Carlos Menem.

La decisión fue adoptada por unanimidad por los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, quienes rechazaron los recursos presentados por la defensa de la ex presidenta, los otros ocho condenados, y también del fiscal Mario Villar. La Corte argumentó que la sentencia fue resultado de una valoración razonada de la prueba y que no se vulneró ninguna garantía constitucional durante el proceso. Consideró, además, que las penas aplicadas responden a lo establecido por el Código Penal y buscan resguardar el sistema republicano.

El caso investigó una red de direccionamiento de contratos de obra pública en favor del empresario Lázaro Báez, cercano a la familia Kirchner, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández. Según el fallo, las decisiones presidenciales priorizaron intereses privados por sobre el beneficio del Estado, y se acreditó que hubo un “ánimo de lucro” en el accionar de la ex mandataria. La condena incluye el decomiso de aproximadamente 84.000 millones de pesos.

El Tribunal Oral Federal N.º 2 deberá ahora definir las condiciones de detención de Cristina Kirchner, quien por tener más de 70 años podría acceder a la prisión domiciliaria. Entre los demás condenados se encuentran Báez y el ex secretario de Obras Públicas José López. Aunque la defensa anunció que llevará el caso a tribunales internacionales, la decisión de la Corte marca un hito sin precedentes en la política y la justicia argentina.

Con esta resolución, Cristina Kirchner queda excluida de cualquier carrera electoral y su figura queda definitivamente atravesada por una condena judicial. La noticia reconfigura el mapa político de cara al futuro inmediato y abre interrogantes sobre el rumbo del peronismo sin su liderazgo en las urnas. La ex presidenta, que aún conserva un núcleo importante de apoyo, insistirá en denunciar “persecución política”, pero lo cierto es que el máximo tribunal ya habló, y lo hizo con contundencia.