El 1º de enero Santa Fe dejará de recibir millones de pesos en conceptos de subsidios para el transporte de pasajeros. El recorte de Nación elevaría el costo del boleto a valores prohibitivos para la mayoría de los usuarios. La discusión en la política provincial y municipal pasa por dónde sacar dinero para compensar, al menos, parte de esta quita. 

En el Senado descansa un proyecto de ley que cuenta con la media sanción de Diputados. Todo hace indicar que el expediente no llegará al recinto. La iniciativa no convence a la mayoría de los legisladores, muchos de los cuales están intentando "patear la pelota" para evitar la discusión en las últimas sesiones del año. 

El proyecto pretende aumentar la alícuota de Ingresos Brutos a 18 empresas agroexportadoras que operan en suelo santafesino. La comercialización de granos pasaría de un 0,25% a un 1%, mientras que para el comercio al por menor y mayor de agroquímicos, semillas y fertilizantes el aumento sería de un 0,5% (de 2% a 2,5%).

En el caso de los bancos, el proyecto contempla triplicar el impuesto Inmobiliario, incremento que también alcanzaría a aquellos terrenos que son utilizados en el desarrollo de actividades de comercialización y acopio de productos agrícolas.

La medida se justifica en las ganancias exorbitantes que estos dos sectores concentrados -polo agroexportador y entidades financieras- obtuvieron este año gracias a las políticas económicas de la Casa Rosada. Son los únicos dos rubros que muestran números positivos en medio de tanta crisis y ajuste. 

Las cerealeras ubicadas en el Gran Rosario, de las cuales muchas encabezan el ranking de las firmas más rentables del país, aumentaron sus facturaciones en un 100% gracias a la brusca devulaución del peso. Los bancos, en tanto, registran mes a mes ganancias del 250% respecto a los mismos períodos de 2017. 

Al no avanzar el proyecto en la Legislatura, el gobierno de Santa Fe echó manos al plan B: destinará 1.500 millones de pesos de las arcas públicas para compensar el 50% de los subsidios perdidos. La partida extraordinaria ya está incorporada al Presupuesto del 2019.

En la ciudad, una discusión similar

En Rosario, por el momento, los platos rotos los pagarán los propietarios de inmuebles, los inquilinos y los dueños de los vehículos. El Ejecutivo municipal presentó su proyecto de presupuesto que incluye una suba de la TGI del 35% y un aumento considerable de la sexta cuota de patente, que se equiparará con las otros cinco del año. Parte de lo que se recaude irá al transporte, según lo confirmó, el secretario de Hacienda municipal, Santiago Asegurado.

En el Concejo, no obstante, hay un proyecto sobre tablas que propone duplicar la alícuota del Drei a los bancos. La iniciativa es del edil Eduardo Toniolli (PJ). Según sus números, se pueden conseguir "350 millones extras" para el transporte de pasajeros.    

El Drei es un tributo aplicado sobre los locales comerciales, industriales y de servicios de la ciudad, que se abonar de forma mensual. Lo cobra el gobierno municipal por los servicios que presta, entre ellos registro, habilitación y control; preservación de la seguridad e higiene; e inspección de las instalaciones eléctricas, entre otras tareas. 

Actualmente, los bancos pagan una tasa de 23,5 por mil sobre el total de facturación. Toniolli pretende llevar el porcentaje al 47%,  Según pudo averiguar Rosarioplus.com, el proyecto cuenta con el respaldo de los bloques minoritarios de izquierda (Ciudad Futura y Frente Social y Popular), el rechazo del PRO y la indiferencia del oficialismo. "No les convence, no nos apoyan", explicaron desde las filas del peronismo local. En definitiva, la medida no tiene los votos suficientes para obtener la luz verde.

“El Municipio pretende cubrir el retiro de subsidios de Nación al transporte urbano de pasajeros, con aumento de TGI, de la sexta patente automotor, y del boleto de colectivo: la clase media y los sectores populares vuelven a ser el pato de la boda del ajuste macrista, y el Frente Progresista termina convalidando esto", se quejó Toniolli en la última sesión del concejo. 

La edil Caren Tepp, de Ciudad Futura, esbozó el mismo razonamiento: "En Rosario hay que hacer lo mismo que en la Legislatura. No aumentarle la TGI a la gente, sino que paguen más las grandes financieras y casas de cambio, los que especulan en la bolsa, las grandes constructoras. Esa es la única manera de poder apoyar a los que más lo necesitan en éste momento: a los que están pasándola mal en los barrios, los últimos de los últimos, pero también al que tiene una pequeña fábrica o comercio y hoy está al borde de la quiebra”.

La discusión de fondo, al cabo, es la misma que a nivel provincial: redistribución colectiva tocando la renta de los sectores concentrados, o un liberalismo a rajatabla sin concesiones. Para algunos, las ganancias son "intocables"; para otros, "redistribuibles".