Las esquirlas del fuego graneado de la senadora Carolina Losada contra su adversario (a esta altura ya es enemigo) interno Maximiliano Pullaro no sólo parece no tener fin, sino que por si faltaba algún elemento para sacudir aún más el barro, llegó Lilita Carrio con un volcador lleno de porquerías políticas.

Todo para denunciar también al ex ministro de Seguridad por sus vínculos con un comisario condenado por narcotráfico y también arremetiendo contra todos los senadores
provinciales que protegieron a Armando Traferri al no quitarle sus fueros para que se someta a la investigación correspondiente a la megacausa del juego clandestino en Santa Fe que se llevó puestos a dos fiscales de Rosario. No sólo eso, sino que pide que sean citados a declarar el ex gobernador Antonio Bonfatti y el actual mandatario Omar Perotti.

Es el estilo Carrió que vió todos estos meses cómo la ninguneaban a la hora de buscarle un lugar expectante a su discípula santafesina Lucila Lehmann. Hasta tuvo que buscar a un empresario de apellido Maradona para que sea precandidato a gobernador para hacer algo de ruido. Pero los que se frotan las manos enfrente son los peronistas que observan sin interrumpir la demolición de Unidos para Cambiar Santa Fe. 

La grieta que se abrió es tan grande que amenaza tragarse a Mónica Fein y su candidatura desde el socialismo que siempre dijo que había que escapar de la otra grieta. El problema es que escaparon para el lado del Pro y ahora se encuentran en un pasillo angosto limado por las ambiciones personales y con dirigentes y asesores convencidos de que todo vale en una campaña.

Por eso es que la ex intendenta de Rosario se vio obligada a levantar el tono para no desaparecer y así se le ocurrió desafiarlos a debatir públicamente a Losada y Pullaro. Una propuesta que difícilmente encuentre eco. Lo cierto es que nadie imaginó semejante escalada antes de la primaria del sector que ya se sentía ganador desde el vamos.

“El peronismo discute el poder y no la supervivencia”, le gusta decir a Marcelo Lewandowski que acelera hacia el norte para buscar hacer pie en territorios donde no tiene tanto arraigo. Confía en la penetración de su vice Silvina Frana en Santa Fe y hacia el norte también y busca apoyo en los jefes comunales e intendentes que han sido la columna vertebral para el trabajoso acuerdo con el gobernador Perotti.

Otro que profundizó en su armado fue Marcos Cleri que esta semana sumó dos jugadores de peso en sus filas: Los intendentes Roly Santacrocce de Funes y Carlos De Grandis de Puerto General San Martín. Entre los cuatro precandidatos peronistas (Leandro Busatto y Eduardo
Toniolli, además de los nombrados) no hay un club de amigos pero sí pautas y límites que ninguno está dispuesto a traspasar. Algunas diferencias empezaron a notarse en los últimos días pero sin salvajadas que después impidan sumar en Avancemos Juntos, como eligió llamarse el peronismo para esta compulsa.