El conflicto entre el Sindicato de Barrido y Recolectores, y las autoridades políticas y judiciales de la ciudad tomó nuevamente magnitud este martes cuando el secretario general del gremio, Marcelo Andrada fue recibido por la fiscal general María Cecilia Vranicich tras el episodio del viernes en la noche, cuando un camión de residuos fue atacado a tiros por dos hombres que se trasladaban en una moto. Esta reunión surgió tras los dos encuentros que se dieron este lunes en Gobernación, donde participaron las máximas autoridades políticas de la ciudad y la provincia.

Al parecer la reunión celebrada en la mañana de este martes parecía ser una salida al conflicto que como secuela pretendía dejar a la ciudad sin recolección de residuos. Sin embargo, una vez más sobrevuela la posibilidad de un paro en Rosario. Al final de encuentro el sindicalista dialogó con los medios y dijo  que salió “disconforme”, con más dudas que certezas. “Quiero volver a juntarse con el intendente Pablo Javkin y con el ministro de Seguridad Claudio Brilloni antes de definir una medida de fuerza”, declaró el gremialista.

“La fiscal regional va a ordenar a los jefes de policía que se pongan a trabajar. Eso no me convence, no nos vamos conformes”, informó Andrada sobre lo conversado y acordado en la reunión, aunque insistió con su postura, como había dicho en otras oportunidades que “la política no asume su responsabilidad y se tiran la pelota unos a otros”.

Consultado acerca de una posible nueva huelga, tal como habían advertido si no se encontraba a los responsables de los disparos al camión, Andrada respondió que antes desea reunirse nuevamente con el intendente y el ministro de Seguridad. Durante la mañana del lunes, antes de una segunda reunión con el gobernador Omar Perotti, ambos se habían comprometido a conseguir una resolución con la fiscal regional ese mismo día. Sin embargo, según Andrada, en lugar de obtener respuestas, la reunión generó más preguntas sin respuesta.

Perotti escuchó a los recolectores y se destrabó el paro