Gabriel Chumpitaz, diputado nacional de Juntos por el Cambio, asegura que ve a Rosario “explotada en todo sentido”. Su anhelo, dice, es ser el Intendente de un proyecto que va a transformar la ciudad por completo. En una extensa entrevista con Rosarioplus.com criticó duramente a Pablo Javkin y aseguró que se trata de la peor gestión de la historia de Rosario. También defendió la política contra las movidas anti-todo: “Lo difícil es generar un plan de gobierno, algo contundente y serio mejorando la política, no con antipolítica”.

El precandidato a gobernar la ciudad por el PRO subrayó que su trabajo va más allá del tema de la seguridad, aunque sea, a lo lejos, lo que más lo ocupa. “Yo creo que los nuevos desafíos del siglo XXI son que los intendentes, los alcaldes o los gobiernos locales se involucren en materia de seguridad”, sostuvo. Habló del rigor con rigor y amabilidad, aseguró estar en contra de la libre portación de armas y se alejó de un perfil de candidato “mano dura”: “La sociedad quiere orden, paz, tranquilidad; quiere cohesión social y eso no se consigue defendiendo a los delincuentes.  Hay que cumplir las leyes vigentes dentro del marco de la democracia. Creo que es lo más sensato que te puedo decir sobre la mano dura”.  

- Teniendo en cuenta la compleja crisis que atraviesa Rosario, ¿cómo vivís tu precandidatura?

- Me involucro en una precandidatura porque justamente no quiero vivir en la Rosario que vivimos. Yo nací en una Rosario totalmente distinta. Soy de barrio Belgrano y cuando era chico jugábamos en la vereda, en la calle. Íbamos por avenida Pellegrini en bicicleta, cuando todavía era una calle de tierra. No me limito a la seguridad, sino que veo una Rosario explotada en todo sentido: en lo que tiene que ver con micro basurales crónicos y el transporte público; en lo que tiene que ver con la pavimentación y los pozos; en lo que tiene que ver con la iluminación en los barrios, y con el cuidado y embellecimiento de los barrios en general. Mi sueño es transformar Rosario, no ser intendente. Ese me parece un sueño individual, egoísta. El mío es un sueño colectivo: llegar al gobierno de Rosario y transformar la ciudad. 

- ¿Cómo imaginas ese proceso? 

- Vamos a tener un proceso difícil para transformarla. Primero vamos a tener un proceso electoral complejo, con una interna dentro del Frente de frentes o dentro de Juntos por el Cambio. Creo que tenemos altas chances de ganar esa interna, y después, de ganarle al kirchnerismo en su fórmula con Ciudad Futura. Una vez en el gobierno, vamos a tener por delante un proceso de reordenamiento. 

- ¿Y eso cómo va a ser?

- Tiene que ser un proceso de mucho rigor, pero con alegría, sobre todo para quienes van a motorizar esto, que son los empleados municipales. Yo creo que los municipales tienen buenos salarios pero no tienen una motivación que los lleve a levantarse todas las mañanas a trabajar por el contribuyente. ¿Por qué? Porque me parece que en Rosario últimamente no hubo conducción y eso es lo que nosotros vamos a imprimir: una conducción totalmente distinta sobre todo en lo que tiene que ver con lo territorial. Nuestro proyecto, que va a ser muy disruptivo, es retirar al intendente del Palacio de los Leones y llevarlo a trabajar de manera aleatoria a los distintos distritos junto con los secretarios. Así se termina el café y la rosca en el Palacio de Leones y el intendente pasa a trabajar de manera operativa en los distritos, sobre todo dedicado a temas de seguridad. Y el Palacio de los Leones se va a transformar en un centro de innovación y planificación de inversiones, porque nosotros consideramos que a través de las inversiones vamos a generar riqueza para los rosarios, que es lo que está faltando.

- ¿Qué pensas que se puede hacer desde el Municipio en relación a la seguridad?  

- Yo creo que el municipio no es limitado en términos de seguridad. Los nuevos desafíos del siglo XXI son que los intendentes, los alcaldes o los gobiernos locales se involucren en materia de seguridad. Eso es clave porque es el gobierno local quien tiene mayor cantidad de información, y la seguridad es un 80% de información y un 20% de logística. Si vos sos el que tiene la mayor cantidad de información, tenés que combinar de manera estratégica con quien puede aplicar esa información para lograr estándares de seguridad. Por eso, uno de nuestros proyectos es el de un Centro de Monitoreo profesional en Rosario, dependiente de una Secretaría de Seguridad. Hoy existe una Secretaría de Control y Convivencia. Pero nosotros consideramos que no hay convivencia si no hay seguridad. No puedo convivir con un delincuente. Suena duro, pero es así. Primero seguridad, después convivimos. Primero seguridad, después la cohesión social. Primero seguridad, después la coexistencia. 

- ¿Cómo va a ser esa Secretaría de Seguridad?

- Va a ser muy potente, con dos grandes áreas. La primera es operativa, va a tener relación con las fuerzas policiales provinciales y con las fuerzas federales. Y la segunda área es tecnológica: va a tener un centro de monitoreo especializado con toda la tecnología que hoy está disponible y con la que Rosario no cuenta. Y más allá de eso, vamos a crear una Brigada Aérea municipal. Esto suena un poco descabellado, pero es real. Quien controla el aire controla el territorio, dice una famosa frase. Lo vamos a implementar con pilotos profesionales, coordinado con drones o vehículos aéreos no tripulados y obviamente una logística que no le saldrá absolutamente nada al municipio, porque se va a costear con lo que se gasta en la Guardia Urbana. 

- ¿Cuál va a ser la función de esta Brigada? 

- Primero, hacer patrullaje de rutina aérea. Segundo, controlar las islas y las primeras columnas de humo que se generan cuando se incendian los humedales. También para auditar a la policía o gendarmería desde el aire y controlar lo que serían las reducciones, es decir, chatarrería o mercancía robada generalmente en los barrios, que puede tener cualquiera en la terraza  o el patio. Eso se controla desde el aire más allá de un allanamiento que se pueda librar con el Ministerio Público de la Acusación. La performance que podemos llegar a tener en una Secretaría de Seguridad con una brigada área va a ser totalmente distinta a la que tiene hoy un Intendente. 

- Cuando hablaste de la convivencia dijiste que podés sonar “muy duro”. Una de las críticas u observaciones que se hace de tu discurso es que es “mano dura”. ¿Qué pensas de eso? 

- Las cuestiones ideológicas en materia de seguridad hacen mucho daño. La Argentina ha transitado el último tiempo con el libro de Zaffaroni bajo el brazo y esto le ha hecho mucho daño a los pensamientos de algunos fiscales, jueces y políticos que se dejaron influenciar por un pensamiento que no se condice con lo que quiere la sociedad. La sociedad quiere orden, paz, tranquilidad; quiere cohesión social y eso no se consigue defendiendo a los delincuentes. Siempre menciono que hay dos modelos de país. Uno, que es el que yo defiendo, en el que queremos al delincuente tras las rejas. Obviamente con la investigación y el juicio que corresponde dentro de las leyes vigentes del Código Penal, pero tras las rejas. Y el otro modelo de país es el de liberar presos, transformar a los delincuentes en víctimas de la sociedad. Lo único que hicieron en definitiva fue cambiarnos el diccionario. Transformaron delincuentes en jóvenes vulnerables que tienen alta potencialidad de tener conflicto con la ley y nos complicaron la vida. No son jóvenes vulnerables con potencialidad de tener conflicto con la ley. Quien comete un delito según el Código Penal es un delincuente. Pueden llamarle mano dura, pero yo no me califico así. Creo que hay que cumplir las leyes. En el último tiempo, lamentablemente, las leyes en la Argentina pasaron a ser sugerencias y creo que eso hay que cambiarlo. Hay que cumplir las leyes vigentes dentro del marco de la democracia. Creo que es lo más sensato que te puedo decir sobre la mano dura. 

- ¿Qué análisis haces de la gestión de Pablo Javkin? 

- Insisto: veo una Rosario explotada. Yo no hablo del intendente en términos personales bajo ningún punto de vista, discuto ideas, proyectos, gestiones. Y la verdad es que noto a la Municipalidad en total y en constante retroceso. Tengo mucha preocupación de que la ciudad de Rosario se transforme en una ciudad del conurbano. Hay ciertos indicadores, ciertas cuestiones que te van marcando que va para ese camino.

- ¿Cómo cuáles? 

- Que tengamos microbasurales crónicos, que tengamos muy baja performance de los servicios en los barrios, más allá que ahí tiene algo que ver la provincia. Pero además desde el municipio no se puede trabajar desde el lugar de la víctima. La Municipalidad tiene que ser protagonista. Un intendente tiene que ser protagonista. Tiene que encargarse de la seguridad, del barrido, la limpieza, el embellecimiento de los barrios, el cuidado de las plazas. Tiene que controlar y hacer cumplir los servicios que tienen que brindar terceros, como por ejemplo, los taxis, colectivos o la recolección de residuos. El intendente tiene que liderar esa especie de auditoría o exigencia a quienes brindan esos servicios porque en definitiva el beneficiario es el contribuyente y hoy noto que el rosarino como contribuyente no tiene ningún beneficio, al contrario, es un caos vivir en Rosario. Hay que ordenar. Y esto se ordena con rigor. 

- Así como está tu precandidatura a Intendente, también se lanzaron Juan Monteverde y Roberto Sukerman. ¿Qué análisis haces de esta interna? ¿Cómo te ves yendo a elecciones contra ellos? 

- Que se generen coaliciones en política siempre es positivo. Hoy hay dos grandes frentes en la Argentina, lo mismo sucede en la provincia y en la ciudad. Veo un frente de centro derecha o de centro un poco más racional y veo una coalición de centro izquierda que en Rosario tiene al kirchnerismo más duro y a Ciudad Futura, una izquierda que le ha hecho daño a Rosario y que lo ha hecho retroceder y hay ejemplos que lo que lo dejan a las claras, como la agencia estatal de vivienda que le ha hecho mucho daño a las inmobiliarias, a las constructoras y a los desarrolladores.  Otro ejemplo son las usurpaciones en Nueva Alberdi. Yo defiendo la propiedad privada, el Estado de Derecho, la Constitución Nacional. Bajo ningún punto de vista puedo aceptar un espacio político que se manifieste en favor de las usurpaciones como Ciudad Futura y el kirchnerismo. Claramente hay una grieta y bienvenida sea. Entre el consenso y el conflicto que defiende los intereses de la ciudadanía, me quedo con el conflicto que defiende los intereses de la ciudadanía. 

- ¿Y qué análisis haces de la interna que se abre dentro del Frente de frentes? 

- Bueno, nosotros vivimos una construcción política que empezamos en 2021 junto al sector que conduce Maxi Pullaro. Nos planteamos que esto no era una alquimia temporaria ni una cuestión electoral, sino un proyecto a corto, mediano y largo plazo. Y lo seguimos sosteniendo. En 2021 tuvimos una buena participación electoral y ahora nos planteamos competir tanto en la provincia como en la ciudad basando esa competencia en la conformación de equipos especializados en cada materia y en el carácter de los candidatos para llevar adelante ciertas decisiones políticas. Nadie dice que esto va a ser sencillo ni que tenemos un jardín de rosas por delante. Esto va a ser duro, va a ser difícil, pero sí tenemos una visión de esperanza de que vamos a estar mucho mejor. Por eso tenemos equipo, carácter y planes de gobierno. Es fundamental una agenda programática que nos permita trabajar sobre los verdaderos problemas de la gente. El mayor problema es la inseguridad y le sigue la economía. No podemos poner cuestiones que son muy importantes, como por ejemplo la cultura, por encima de la seguridad. Tampoco puedo poner el transporte, que es muy importante, por encima de que el argentino o el rosarino no llega a fin de mes. Pero también tenemos otro eje principal y estratégico: la educación. El gran desafío para poder frenar este problema de la droga es trabajar en educación y en prevención. 

- ¿Cómo ves la interna, aún no confirmada, entre Pullaro y Carolina Losada?

- Es una propuesta electoral muy interesante. Por un lado hay una candidata mediática que hizo una muy buena elección y ganó en las Paso y en la general del 2021. Por el otro lado, veo a un candidato mucho más sólido, con mucha más sustancia, coraje, determinación, con mucho más conocimiento y experiencia en seguridad y con un sustento objetivo. ¿A qué me refiero? Que hay cuestiones de seguridad subjetivas y objetivas. La primera, son opiniones, sentimientos. La segunda es la que dan los números. Y hay una realidad: de 2015 a 2019, cuando Pullaro fue ministro de Miguel Lifschitz todas las matriz de análisis criminal bajó un 40 por ciento. Hoy tenemos el peor gobierno de la historia de la provincia de Santa Fe, con los índices explotados en materia de seguridad. Cualquier tipo de delito que nosotros podamos medir dentro de una matriz, sean homicidios, entraderas, salideras, arrebatos, extorsiones, está por las nubes. En esa comparación, Pullaro y Losada son los candidatos más fuertes, pero también puede estar Clara García desde el socialismo. Me parece que es una oferta electoral muy, muy interesante. La síntesis de esos dos o tres candidatos va a generar un volumen electoral muy fuerte que le va a terminar ganando de manera holgada al Frente de Todos. Eso es una opinión muy personal, en política puede pasar cualquier cosa. 

- Hace algunas semanas hubo un cónclave en Vera del sector de Losada… 

- Bueno, se trató de una foto antipullarista.  Me parece que es una actividad más dentro de lo político pero no deja de ser una foto, porque a la hora de sintetizar en un proyecto político no entran todas las figuras que están allí. No pueden estar en el mismo proyecto porque no alcanzan los lugares, es inviable. En una foto entran todos, en una realidad no. El grueso de la estructura se encuentra con Pullaro: 150 intendentes del radicalismo, once diputados, seis senadores. Vos tenes una foto con personalidades de un lado y del otro una estructura de verdad. En las elecciones de 2021, con Maxi Pullaro íbamos últimos en todas las encuestas por lejos y terminamos a 0.7 puntos de ganarle a Carolina Losada. Creemos que nuestra tarea electoral va a ser mucho más potente este año. 

- ¿Cómo ves el desempeño de la oposición a nivel nacional?

- El rol de la oposición hoy es mucho más firme y contundente que en años anteriores. Nuestro gobierno, de 2015 a 2019, fue el más débil de la historia de la República Argentina, por lo menos de los últimos 100 años. El ex presidente Macri gobernó con un tercio de la Cámara de Diputados, un quinto de la Cámara de Senadores, 500 intendentes sobre 2200 intendencias, cinco gobernadores, incluido Caba. Con ese volumen político se hacía muy difícil generar algún cambio. Eso quedó demostrado cuando se intentó hacer un cambio en la Ley previsional y aparecieron 14 toneladas de piedra en la Plaza del Congreso. Por eso nuestro gobierno no pudo generar cambios estructurales. Hoy, con una Cámara de Diputados mucho más equilibrada, es distinto. Creo que si tenemos una buena elección este año sí vamos a poder generar los cambios que necesitamos. Primero desde el Poder Ejecutivo y después con el apoyo parlamentario, del que se supone que vamos a tener mejor o más cantidad de diputados y senadores.

- Un tema que viene surgiendo en estas entrevistas tiene que ver con las oposiciones. ¿Cómo pensás vos que tienen que ser las oposiciones? ¿Tienen que ser constructivas u oponerse por el mero acto de oponerse porque soy oposición?

- Yo creo que la actividad política siempre debe ser constructiva. La política tiene mucho de irracionalidad, tiene mucho de votar o trabajar con el corazón y no tanto con la cabeza. He visto en el Concejo Municipal votar en contra de un proyecto sin leerlo, sólo porque lo presentó cierta persona. Eso tiene que cambiar. Las nuevas generaciones de la política tienen que cambiarlo. Yo entiendo que la construcción de la política tiene que ser de manera siempre positiva. Con rigor, con exigencia, con mucho carácter para exigirle al oficialismo que cumpla con su deber, pero siempre de manera constructiva. Lo he hecho aquí como concejal, en la legislatura y ahora compitiendo por la intendente. Bajo ningún punto de vista hablo del Intendente de manera personal. Sí hablo de la gestión, entendiendo que hoy estamos ante el peor gobierno de la historia de la ciudad Rosario y que los rosarinos no solo merecemos algo mejor, sino que tenemos la obligación de hacerlo. 

- ¿Cómo ves que se está perfilando la interna nacional de Juntos por el Cambio? 

- Creo que la decisión de Mauricio Macri fue importantísima para el PRO, para la coalición y principalmente para la Argentina. Es una clara demostración de que se puede participar en la política desde otro lugar y permitiendo que otra generación avance. La interna que vamos a tener este año tiene que ver con el crecimiento que sufrió nuestro partido. Aparecen dirigentes nuevos en las provincias, algunos que vienen del ámbito privado, otros que tienen una formación política, pero que en definitiva no dejan de ser dirigentes nuevos. En ese sentido, creo que la discusión pasa por los modelos de país, no tanto por el partido político sino por el modelo país. Hay gente que a lo mejor no se identifica con el Pro pero tiene un mismo objetivo, como por ejemplo la gran mayoría del radicalismo. 

- ¿Y qué objetivos comparten? 

- Respetar el Estado de Derecho, respetar la propiedad privada, respetar la Constitución Nacional, encarcelar los delincuentes, ayudar a los emprendedores, empresarios y trabajadores, a los contribuyentes en definitiva. De eso se trata: generar las condiciones para hacer las reformas estructurales que necesitamos. Me refiero a la Ley sindical, a la reforma tributaria y a la laboral. Sin estas tres reformas es inviable transformar esa matriz que hoy tiene millones de personas que cobran un plan y no trabajan. Eso hace prácticamente inviable que la economía en Argentina tenga un respiro y pueda salir adelante. Son muchísimas cuestiones que hay que hacer, pero hay que hacerlas desde un gobierno con apoyo parlamentario. Sin ese acompañamiento es inviable.

- ¿Quién te gustaría que termine siendo el o la candidata de Juntos por el Cambio? 

- Cualquiera de los candidatos del PRO que pueda sintetizar las ideas de un modelo de país que tenga apertura al mundo y respeto por la propiedad privada, pequeñas cosas que van marcando el futuro de la Argentina y el lineamiento de qué país queremos. Yo veo el resurgimiento de candidatos populistas de izquierda o de derecha, pero populistas al fin, que terminan haciendo de esto un circo.

- ¿Como quiénes? 

- El caso más emblemático son los de izquierda conocidos por todo y Milei en la derecha. Esa es la más fácil: ponerse en una plaza y empezar a gritar las cosas que quiere escuchar el ciudadano. Seguramente la gente te va a seguir, pero el verdadero desafío y lo difícil es generar un plan de gobierno, algo contundente y serio a través de mejorar la política, no con antipolítica. Si bien soy de la idea de que hay que ser disruptivo y remar contra la corriente, eso no significa ser anti política. La antipolítica es totalmente destructiva y lleva a explosiones sociales, a decir que toda la culpa la tiene la política. Como sociedad tenemos que hacer un mea culpa cuando votamos. ¿Por qué votamos a una vedette, por ejemplo? Todo el mundo tiene derecho a presentarse, pero en tiempos de gran hostilidad hay que empezar a diferenciar quiénes son las personas que trabajan, que se dedican a esto, que estudian, que se preparan y que tienen la capacidad y el coraje para tomar las determinaciones.

- ¿Qué pensas del pedido de Pullaro de hacer la campaña armado? 

- Me parece una decisión correcta. Él entiende que es una obligación de Estado. El fue diputado y denunció a los narcotraficantes, y cuando fue ministro apresó a todas las bandas narcocriminales en la provincia de Santa Fe. Ahora se prepara para cualquier ataque, no se victimiza bajo ningún punto de vista y eso es lo que tiene que tener un líder y dirigente que tenga las intenciones de gobernar. Bajo ningún punto de vista se puede poner en la victimización y mucho menos en echarle la culpa a otro. Nosotros tenemos que hacernos cargo, y sino quedarnos en el ámbito privado. 

-¿Y qué pensás de la portación de armas? 

- Estoy en contra, Maxi también. Me parece que es un error compararse con otros países que tienen otra cultura, otros pensamientos, otra idiosincrasia y otras leyes. Además, no vivimos en el far west. Vivimos un estado de derecho y el Estado es quien tiene el monopolio de la fuerza y de la violencia. Las personas que tienen que portar armas tienen que ser personas capacitadas, profesionales. La portación sería generar más caos del que ya tenemos, es peligrosísimo. El arma te da un poder irreal.