"Los desafío a que prueben una corrupción que yo haya cometido, y yo mismo me entregaré a la comisaría”, dijo el ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula Da Silva, en un discurso de casi una hora y media durante el cual hasta lloró.

El ex mandatario sostuvo que quieren terminar con su vida política y, tras repasar su historia de vida, de la pobreza extrema a la presidencia, dijo que es víctima de una injusticia por parte de fiscales que buscan "cinco minutos de gloria con un show pirotécnico".

Rodeado por la máxima dirigencia del arco de izquierda y de los movimientos sociales del país, en un hotel del centro de San Pablo, Lula respondió con una declaración al Ministerio Público Federal que lo denunció este jueves ante el juez Sérgio Moro de ser el dueño encubierto de un departamento en la playa de Guarujá pagado como soborno por una empresa constructora involucrada en el escándalo de Petrobras.

"No voy a enojarme ni perder el sueño por ésto, que sigan hablando, que hagan una mentira mediática, la historia apenas comenzó cuando algunos piensan que terminó", dijo frente a la decisión que tendrá que tomar Moro en cinco días hábiles, sobre la aceptación o no de la denuncia.

Lula se quebró en llanto al pedir a los fiscales que se disculpen por respeto a su familia, y que toda su vida está expuesta tras el allanamiento de su casa: "Se llevaron los Ipads de mis nietas, buscaban refinerías de Petrobras debajo de mi colchón", ironizó.

La declaración de Lula se dio en el marco de la reunión de la dirección ejecutiva del Partido de los Trabajadores (PT), que emitió una resolución en la cual acusó a los fiscales de la ciudad de Curitiba de “haber conspirado para el golpe" que permitió el juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, destituida el 31 de agosto.

Todos los dirigentes se hicieron eco de la frase del fiscal de que "no hay pruebas pero sí convicciones" durante la presentación de la denuncia en la que se habló de Lula como "comandante máximo" del escándalo de Petrobras, aunque la denuncia no incluye el delito de asociación ilícita.

Lula afirmó que los fiscales se aliaron a los medios "a partir de mentiras, y cuando se empieza a mentir no se termina más ". Durante el discurso, Lula también advirtió que puede ser candidato a presidente en 2018 y que "por más que intenten criminalizar al Partido de los Trabajadores hay millones de Lulas" en las calles.

Además de Lula, fueron denunciados por lavado de dinero su esposa, Marisa Leticia Rocco, el titular del Instituto Lula, Paulo Okamotto, y otras cinco personas vinculadas a la empresa OAS, cuyo dueño, Leo Pinheiro, está preso por corromper funcionarios y políticos.

Los abogados de Lula anunciaron que denunciarán a los fiscales de la operación Lava Jato ante la segunda instancia de la procuradoría debido a que para anunciar los cargos contra Lula alquilaron un hotel y equipamiento en Curitiba "para montar un espectáculo".