En el oficialismo están convencidos de que esta semana se presenta como la adecuada para comenzar a cocinar el proyecto de endeudamiento por 200 millones de dólares en el Concejo, y acelerar la aprobación de una iniciativa más que clave en las aspiraciones de la actual gestión. Por eso endurecerá la postura que hasta ahora se enfocó en explicar los alcances del proyecto y sin apurar a la oposición.

El Ejecutivo reformuló el nuevo pedido de endeudamiento silbando bajito luego del revés sufrido en diciembre pasado en el Concejo y con un tono meramente formal, que hasta tuvo a la intendenta Mónica Fein presentándolo en la apertura de sesiones legislativas. El concepto con el que se presentó fue el de haber escuchado las objeciones de la oposición para mejorar la propuesta.  

Sin embargo las adhesiones tardan en llegar y es por eso que desde el socialismo cambiarán la estrategia para apurar la autorización según comentan desde el propio riñón del partido de la rosa. Todo el aparato oficial estará a disposición. Una demostración discursiva fue la arremetida de la concejala socialista, Verónica Irízar, (segunda en la lista de candidatos), contra el concejal Diego Giuliano en un programa de televisión local. Incluso se comenta que la discusión por endeudamiento continuó tras bambalinas.

Uno de los objetivos que se trazan dentro del Frente Progresista es aprobar este martes un despacho en la comisión de Presupuesto, donde cuenta con mayoría. En cambio, saben que costará mucho más trabajo en la comisión de Gobierno donde tiene desventaja de voluntades, como por ejemplo en la presidencia, en manos de Jorge Boasso quien es uno de los que se opone a darle fondos frescos tan fácilmente a la intendencia.

“Pueden forzar los votos en comisión para presionar aún más, y eso quizás rompe más las cosas”, analizan desde un bloque opositor. Lo cierto es que desde el oficialismo no quieren que le planchen más el tema porque la campaña electoral está cada vez más cerca, y de un momento a otro las elecciones embarrarán la discusión.

Los porotos

El Frente Progresista necesita de dos bloques y algunas adhesiones sueltas para lograr la mayoría especial de 19 concejales. Uno es el Pro, que se convirtió en un dolor de cabeza al negarse a darle los votos. Zanjadas  las diferencias internas (al menos públicamente) que alejaron al oficialismo la posibilidad de hacerse en diciembre de la autorización, el macrismo insiste en que Ciudad Futura y el socialismo negociaron con el tambo de Nuevo Alberdi. Desde el partido del el concejal Juan Monteverde se adelantaron y denuncian una operación de prensa.

“Nunca tuvieron otra estrategia que amontonarnos a nosotros y a Ciudad Futura. Nos quieren de garantes y lo cierto es que la misma responsabilidad que nos cabe a nosotros les cabe al resto de los concejales”, explican a Rosarioplus.com desde el bloque Pro.  

En diciembre, Ciudad Futura acompañó pero en esta nueva oportunidad se animó a jugar un poco: primero se negó públicamente a acompañar, pero por estas horas afirman sus dirigentes que le pueden dar los tres votos de su bloque si es que le otorgan la posibilidad de definir algunas obras que se pagarán con el dinero de la deuda. El oficialismo trabaja en ese punto.

“Hay que salir del debate de deuda sí o no. El tema es ¿Para qué”, dijo Monteverde, dejando en claro que si le dan prioridad a algunos de sus pedidos sobre todo en la “periferia”, le pueden dar los tres porotos. Dato no menor es que hace una semana Ciudad Futura arrancó su campaña con los nuevos candidatos.

Aunque obtenga apoyo del Pro y Ciudad Futura, al Frente Progresista le faltarían votos. Los podría encontrar en el veterinario peronista Carlos Cossia, quien ya ha sido determinante en definiciones para el oficialismo, y hasta en Fernanda Gigliani, quien se ha mostrado en alguna oportunidad dispuesta a acompañar si las obras son convincentes. Como sea, se vienen semanas con poca calma en el Concejo.