Sin debate y por amplia mayoría, el Senado convirtió este miércoles en ley el proyecto consensuado que posterga las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) hasta el 12 de septiembre y las elecciones generales legislativas hasta el 14 de noviembre.

La iniciativa obtuvo 56 votos a favor, dos en contra y dos abstenciones, y no fue puesta a discusión porque se manifestaron problemas técnicos en la sesión especial, puntualmente en la conexión webex de la videoconferencia.

Los bloques mayoritarios del Senado estuvieron de acuerdo en posponer el cronograma electoral por aproximadamente un mes, con el objetivo de evitar aglomeraciones de público en los centros de votación durante el invierno y cuando las cifras de contagios de coronavirus son todavía altas.

De Pedro fue el funcionario que facilitó el acuerdo con la oposición a través de varias reuniones que mantuvo también con la Cámara Nacional Electoral y los apoderados de los partidos políticos.

En sus fundamentos, el proyecto que posterga por un mes el cronograma electoral plantea que "el aplazamiento de la celebración de los comicios a meses con temperaturas más elevadas permitirá optimizar la ventilación de los locales de votación y la implementación de los protocolos sanitarios".

La iniciativa también hace referencia a que, "durante ese lapso de tiempo adicional, se continuará avanzando con la masiva campaña de vacunación que lleva adelante el Estado Nacional junto a las veinticuatro jurisdicciones, coadyuvando a un mejor cuidado de la mayor cantidad posible de argentinos y argentinas que deben cumplir con su deber cívico".

Además, el proyecto establece que esta reforma electoral “no podrá ser modificada ni derogada durante el año calendario en curso en tanto regula un derecho público subjetivo de los partidos políticos, instituciones fundamentales del sistema democrático, a elegir sus candidatos a los cargos electivos previstos en la Constitución Nacional”.

Modificación de Ganancias para Empresas

Con anterioridad, la Cámara alta sí había mantenido un intenso debate antes de la aprobación de la Ley de Ganancias para Empresas, que quedó aprobada con 36 votos a favor y 26 en contra, gracias a los votos de la bancada oficialista del Frente de Todos y de sus aliados, en tanto que los interbloques de Juntos por el Cambio y del Parlamentario Federal lo rechazaron.

El proyecto de ley sobre el Impuesto a las Ganancias de sociedades busca aliviar la carga fiscal para las pequeñas y medianas empresas para lo que propone un nuevo esquema de alícuotas escalonadas compuestas de tres segmentos. 

Según la iniciativa, por ganancias de hasta 5.000.000 de pesos, las empresas pagarán una alícuota del 25 por ciento; sobre ganancias de entre 5.000.000 y 50.000.000 de pesos, pagarán el 30 por ciento; y finalmente, sobre ganancias superiores a 50.000.000 de pesos pagarán el 35 por ciento.

El criterio será escalonado y progresivo, ya que si una empresa supera los 50 millones, pagará por los primeros 5 millones, el 25 por ciento, luego el 30 y por el resto de lo que supere los 50 millones, recién abonará el 35 por ciento.

Además, se incluyeron incentivos para la incorporación de mujeres, travestis, transexuales y transgéneros como directores y síndicos de las empresas; y en segundo término, se aclaró en la redacción que no se reducirá la alícuota del 41,5 por ciento para los juegos de azar. Los dividendos distribuidos pagarán en todos los casos la alícuota de 7 por ciento, a través del impuesto vigente.