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El Partido Socialista (PSOE) del presidente Pedro Sánchez venció este domingo a la derecha y la extrema derecha en las elecciones municipales, regionales y europeas en España, pero los conservadores podrán retener el gobierno regional de Madrid y reconquistaron la capital, que cayó junto a Barcelona en manos de los independentistas.

Tras el reciente triunfo de Sánchez en las generales del 28 de abril, el PSOE se consolida y amplía su poder territorial como fuerza política más votada a nivel global en toda España con 29% de los sufragios, siete puntos por encima del opositor Partido Popular (PP) de Pablo Casado, que obtuvo 22%, escrutado 90% de los votos.

"Se confirmó que somos la primera fuerza política de largo; es decir: los españoles comparten análisis, diagnósticos y recetas que planteamos en al ámbito de la convivencia, justicia social y regeneración", aseguró eufórico Sánchez al valorar los resultados de los comicios desde la sede de su partido en la calle Ferraz de Madrid. 

"En aquellas administraciones en las que el PSOE no pueda gobernar a pesar de ser la primera fuerza política, será porque PP y Ciudadanos pactan con la ultraderecha", advirtió el líder socialista.

Esto es lo que previsiblemente pasará en la Comunidad de Madrid, donde el candidato socialista, Ángel Gabilondo, ganó las elecciones pero el bloque de izquierda se vio superado por la derecha y la ultraderecha, lo que dará la posibilidad de gobernar a la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso.

"El PP ya ha iniciado la remontada; hemos vuelto", celebró Casado, quien reivindicó para su partido el liderazgo de la derecha, por delante de Ciudadanos, y se erigió como "alternativa para recuperar el gobierno de España".

"Vamos a gobernar la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid; cada vez los españoles creen más en la libertad", sostuvo, por su parte, Albert Rivera, el líder de Ciudadanos y socio necesario de Casado.

En la capital se impuso la candidatura Más Madrid de la alcaldesa Manuela Carmena, pero la izquierda no podrá volver a gobernar porque las tres derechas también suman más. De esta forma, el PP recuperará el control de su emblemático feudo que hace cuatro años fue conquistado por los llamados "gobiernos de cambio".

Carmena prometió que "Madrid seguirá siendo una grandísima ciudad, progresista, abierta, solidaria, participativa y creativa", pero el PP necesitará del apoyo de Vox y los ultras dejaron claro que no será gratuito.

Junto a Madrid también cayó el gobierno de Barcelona, encabezado por la progresista Ada Colau, quien perdió de forma ajustada, en número de votos (5.000), frente al candidato de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Ernest Maragall, cuyo partido independentista vence en la capital catalana por primera vez en la historia.

"Sabíamos que no iba a ser fácil; los resultados que hemos obtenidos son muy buenos y estos cuatro años han servido para cambiar la hegemonía política", sostuvo emocionada Colau, cuya candidatura empató en concejales con los independentistas y sólo podría gobernar si todos los partidos no secesionista le ofrecen su apoyo.

Los socialistas fueron primera fuerza en Aragón, Asturias, La Rioja, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia, Baleares y Canarias, con lo que el mapa de España quedó teñido de rojo a excepción de Navarra, donde ganó la derecha, y Cantabria, con triunfo de los regionalistas.

La mala noticia para el PSOE es que solo resistieron dos gobiernos progresistas: Cádiz y Valencia.

En clave nacional, ante el retroceso de sus aliados de Unidas Podemos, Sánchez pidió a los partidos de derecha que "levanten el cordón sanitario" a su partido, que ganó las elecciones de forma "rotunda" y "apuesta por dialogar con todos dentro del marco constitucional".

Los españoles acudieron a una triple cita con las urnas, en la que también votaron a sus 54 diputados para el Parlamento Europeo con un contundente triunfo del PSOE, con 20 bancas, seguido del PP con 12 escaños, escrutado 85% de los votos, informó la vocera del Ejecutivo español, Isabel Celaá.