Alberto Padoán se convirtió en el primer presidente en la extensa historia de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en tener que dar explicaciones ante la justicia, y este martes fue procesado por el juez Claudio Bonadio en la denominada causa de los cuadernos. Empujado por el reglamento interno de la Bolsa, tomó licencia hasta que se aclare su situación judicial.

El artículo 18 del estatuto y reglamento general de la BCR indica que “el Consejo Directivo, en aquellas circunstancias en que pueden verse afectados la institución, sus asociados o terceros, está facultado para suspender a un asociado con carácter preventivo por tiempo indeterminado”. Frente a este panorama Padoán optó por tomar una licencia, en principio por seis meses.

“La suspensión por tiempo indeterminado con carácter preventivo, en el caso de haber sido aplicada por hallarse el asociado procesado en sede penal, queda sin efecto a partir del momento en que es presentada al Consejo Directivo la debida constancia auténtica de haber sido absuelto por sentencia firme”, amplía el inciso.

Bonadío citó al referente de la Bolsa por el retiro de un millón de dólares en una caja que hizo Roberto Baratta -ex funcionario del Ministerio de Planificación Federal- el 16 de junio de 2015 del edificio donde funcionan las oficinas porteñas de la aceitera Vicentín, de la que Padoán fue presidente. La respuesta llegó a través de un escrito con el cual el santafesino buscó desligarse de toda responsabilidad.

El jueves señaló al empresario como miembro de una asociación ilícita y le aplicó un embargo por 4.000 millones de pesos. También fueron procesados sin prisión preventiva el CEO de Techint Paolo Rocca, el ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, su secretario Hugo Martín Larraburu, y Rubén Aranda, de la constructora Chimen Aike.

Con la resolución de este martes se cierra la primera etapa de la causa que estalló en julio pasado con la detención del chofer Oscar Centeno, que derivó en la apertura de múltiples expedientes.