El parlamento de Suecia dio este jueves el visto bueno al ingreso del país en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), por lo que resta ahora la aprobación de los cuerpos legislativos de las demás naciones integrantes para la incorporación formal de Estocolmo.

El Gobierno sueco recibió así luz verde de la Riksdag, el Congreso local, para avanzar hacia la anexión a la OTAN y aprobar también una serie de cambios legislativos que entrarán en vigor cuando el Ejecutivo lo considere oportuno y apuntan a, en caso de guerra, poder solicitar ayuda directamente a la alianza sin necesidad de someter la decisión a votación en el Legislativo.

La votación final fue de 269 votos a favor, 43 abstenciones y solo 37 opiniones en contra, todos ellos de las bancadas del Partido de la Izquierda (V) y del Partido Verde (MP), según recoge la cadena de televisión pública SVT, citada por la agencia Europa Press.

El ministro de Relaciones Exteriores, Tobias Billstrom, celebró la "histórica" votación y evaluó que "la pertenencia a la OTAN es la mejor forma de proteger la seguridad de Suecia y de contribuir solidariamente al fortalecimiento de la seguridad de toda la zona euroatlántica".

"Suecia tiene habilidades únicas para contribuir en áreas como la cibernética, las nuevas tecnologías y el espacio. Suecia será un aliado en quien confiar", prometió el encargado de la diplomacia sueca, que destacó el respaldo de seis de los ocho partidos con representación parlamentaria.

Aunque el Riksdag sueco aprobó la futura adhesión a la alianza, la decisión sigue estando en manos de los Estados miembro, que en su mayoría han dicho 'sí' al ingreso de Estocolmo, todavía cuestionado por Turquía y Hungría.

En el caso de Hungría, el bloqueo parece ser la moneda de cambio para presionar a la Unión Europea a la hora de aprobar nuevas medidas, mientras Turquía reclama que Suecia extradite a supuestos terroristas kurdos y refuerce su compromiso contra estos grupos.

De hecho, aunque Suecia y Finlandia emprendieron de forma conjunta el camino hacia la membresía en la OTAN, finalmente Helsinki parece estar más cerca de lograrlo porque sí consiguió el visto bueno de Ankara y Budapest.

El año pasado, el presidente ruso, Vladímir Putin, aseveró que la expansión de la Alianza Atlántica a Finlandia y Suecia "no crea una amenaza directa para Rusia". A la vez subrayó que la posible expansión de la infraestructura militar del bloque bélico a este territorio podría provocar una "respuesta" de Rusia.