El Gobierno nacional busca darle una suerte de relanzamiento a su gestión de cara a las elecciones. Llegó a esta instancia de la pandemia y se plantó: apela a generar un mensaje de esperanza y promesa de futuro con una, por ahora, tibia reactivación económica y de la mano del plan de vacunación.

De hecho, con el nuevo DNU de aperturas sostenidas y progresivas en materia sanitaria que modificó los parámetros del semáforo de confinamiento pone primera la menos hasta octubre.

La ministra de Salud, Carla Vizzotti, reafirmó este domingo este nuevo concepto y dijo que el DNU no significa "que se terminó la pandemia" sino que implican "un punto de inflexión y una nueva etapa", a la que se pudo arribar por el avance de la campaña de vacunación.

El Gobierno pisa la pelota y habla de "punto de inflexión y nueva etapa"

Se apoya en "10 semanas de descenso de casos y 8 semanas de descenso de internaciones en terapia y muertes", y en la aplicación de las segundas dosis que van tomando color. Entrevistada por el canal C5N, la funcionaria insistió en "el cambio de escenario" de la Argentina ante la pandemia, remarcó que las flexibilizaciones se deben un factor "meramente sanitario" y, para eso, volvió a describir resultados del plan vacunatorio ".

Aún está el interrogante sobre cómo y cuándo impactará la variante Delta en el país. Igualmente fijó un esquema que no contempla cierres generales, aunque los casos aumenten.

Allí cuando confían en los efectos de la vacuna: puede haber contagios pero la internación compleja y mortalidad bajan con la cantidad de dosis aplicadas. Así sucede por ejemplo en Reino Unido y otras partes de Europa.

Igualmente tiene una mano un "botón rojo" para confinamiento de 9 días focalizado en aquellas zonas donde un rebrote eventual dispare justamente la ocupación de las camas UTI, el único indicador que se analizará desde ahora.