El inminente vencimiento a mediados de mayo de la ley actual que regula a los biocombustibles entró en zona de definiciones. Mientras que un gran espectro político de Santa Fe y Córdoba exigen renovar el actual régimen por cuatro años que ya tiene media sanción en el Senado, el kirchnerismo confía en elaborar un nuevo texto para regular el sector hasta el 2030.

Esa iniciativa se comenzó a afinar en los últimos días con reuniones entre la secretaría de Energía, funcionarios de Economía, las cámaras que representas las pymes productoras de biodiesel y bioetanol, y algunos legisladores, como el santafesino Marcos Cleri, quien es la voz de Máximo Kirchner.

La impronta en el texto la pone La Cámpora: una ley pro pyme, amigable con las inversiones nacionales, y no tanto con el rol que tienen las grandes aceiteras. Es que cuando en 2006 se creó el régimen de promoción actual, los beneficios fiscales fueron para pymes y firmas con espalda financiera. Pero, según supo Rosarioplus, ahora se preguntan si, ya con el sector consolidado, es necesario seguir promocionando a las grandes aceiteras.

Paralelamente la rosca política por juntar voluntades ya comenzó. Según confió a este medio Federico Pucciariello, miembro fundador de la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (Cepreb) en la reunión quedó demostrado que “la voluntad está como nunca”.

Empuje de la zona núcleo

La semana pasada los gobiernos de Santa Fe y Córdoba salieron fuerte con solicitadas exigiendo al Gobierno nacional la prórroga para que el sistema no se caiga. Incluso el Interbloque Federal que responde al gobernador Juan Schiaretti, pero que también suma al lavagnismo y a los santafesinos del Frente Progresista, Luis Contigiani y Enrique Estévez, logró una sesión especial para tratar la prórroga el próximo 25.

El lobby cordobés no aflojó y el pasado  miércoles por la noche el presidente Alberto Fernández recibió al senador por Córdoba, Carlos Caserio, quien le expresó su preocupación por la "demora" en el tratamiento de la ley de Biocombustibles, que cuenta con media sanción del Senado y debe ser debatida por la Cámara de Diputados y Diputadas.

Todo parece licuarse con el avance de Energía y los legisladores del Frente de Todos para encaminar la nueva ley. La misma mantendría los cortes de biodiesel y bioetanol en el 5 y 7% -los cuales fueron cambiando según las circunstancias-, seguiría regulando el mercado de las pymes con cupos, precios y plazos. 

Justamente se buscaría un esquema de un precio anual sobre el insumo que las petroleras le pagan a las productoras para cortas sus combustibles, y se retocaría apenas dos veces al año si es necesario. Por otro lado, las petroleras que habían mostrado intenciones de meterse en el mercado como productores quedaron afuera de la iniciativa oficial.