Listo, de una vez por todas, por fin pasaron las elecciones. Esto parece decirlo el Frente de Todos, que rápidamente buscó dar vuelta la página y marcar el camino hacia el futuro. Hizo lo que pudo y se mostró competitivo por más que la imagen cruda haya sido de derrota. Festejo sin victoria a nivel nacional.

Después de unas PASO que alejaron toda posibilidad de una remontada en varios puntos del país, al oficialismo le restaba achicar el margen lo máximo para salvar la ropa. La provincia de Buenos Aires terminó siendo la cara de esa lectura por el buen achique que logró la lista de Diputados del Frente de Todos, apenas a un punto de la alianza macrista-radical. El Gobierno lo asimiló como un triunfo y le cambió el chip a la coalición. Inyección anímica a un gobierno que se la veía aún más negra. 

Le sirvió para terminar la traumática experiencia electoral que comenzó en las PASO y que derivó en una obligada línea discursiva común de la alianza. Vuelta de página pese a la derrota por más de ocho puntos en el país, y a gobernar. De hecho, el anuncio del presidente Alberto Fernández sobre el envío al Congreso del plan económico plurianual, donde lucirá los lineamientos que haya acordado con el FMI, hablan de eso. 

El Frente de Todos, entre el desahogo y la vuelta de página

El clima de alivio demostrado se evidenció con el presidente Alberto Fernández llamando a la militancia a “celebrar el triunfo como corresponde” el miércoles 17, en una marcha masiva por el Día de la Militancia.

En Santa Fe no lo logró y los resultados arrojaron apenas un descuento de dos de los diez puntos que Juntos por el Cambio había sacado en las PASO. De 19 departamentos, sólo pudo quedarse con tres: Rosario, San Lorenzo, y Garay, mientras que en las primarias había logrado cinco.

Sí puede demostrar que volvió a hacerse fuerte en Rosario, tanto en el departamento con la victoria de Marcelo Lewandowski en la categoría Senado como en la gran elección de Lisandro Cavatorta que quedó apenas un punto debajo del aparato oficialista de Pablo Javkin. Con esa performance logró sumar tres concejales y empoderar al peronismo. 

Lo cierto es que el avance de Juntos por el Cambio en Santa Fe es palpable por la ola amarilla que volvió a desplegar en una nueva intermedia, pero no asegura nada de cara a 2023. De hecho, primero deberá ordenarse internamente, en un espacio donde el radicalismo tomó la posta provincial después de que el macrismo armara durante más de una década. El reparto de poder no es sencillo en las victorias. Y hay que tener en cuenta que generalmente los oficialismos vienen perdiendo la elección de medio término.

Por eso, si algo le dejó en claro al Frente de Todos este turno electoral es que deberá reacomodarse, afinar posicionamientos y encaminar la fuerza que ha sabido demostrar en Santa Fe, por ejemplo, en 2019. Enfrente está una oposición a la que el Presidente anoche anunció que irá a buscar en busca de su vocación de diálogo. "Una oposición patriótica", dijo. ¿Existirá eso?