La política santafesina venía tranquila hasta que la deuda metió la cola. El anuncio del acuerdo por la deuda histórica que Nación tiene con la provincia le dio sustento a la oposición, y, si bien administrativamente se cerró, políticamente recién comienza. Lo que parecía ser todo un pleno, también engendra un frente de tormenta o, al menos, un chaparrón político.

El radicalismo, el PRO, el socialismo, Creo y otras fuerzas opositoras se reunieron en el auditorio de la Universidad Nacional del Litoral con el argumento de escuchar a especialistas hablar sobre los alcances de la deuda, pero también para enviar un mensaje directo al gobierno provincial. 'Acá está la oposición', parece decir la foto, aunque es evidente que no se mueven en bloque. La unidad a ese encuentro se la da el rechazo al acuerdo que logró el gobernador Omar Perotti con la deuda histórica de la Nación con Santa Fe. El tanque del frente de frentes está en reserva y el tema de la deuda fue el combustible.

El hecho político era la foto, y, el acuerdo de esa acreencia, fue una suerte de excusa para confrontar con el gobierno provincial y nacional y mostrar músculo. El tema cayó del cielo; esta vez, no se desaprovechó, como sí pasó el tren en aquel asado propuesto por el PDP que no tuvo comensales. 

Sin embargo, las indecisiones de los espacios políticos para armar una coalición no terminan de prender por más que se hayan juntado -y apretado- en el auditorio Antonio Bonfatti, Maximiliano Pullaro, Clara García, Julián Galdeano, Pablo Javkin, y otros dirigentes. De hecho, mientras el intendente de Rosario pidió tranquilidad en el tema, socialistas y radicales criticaron con todo al gobernador. Por ahora, el frente es una deuda para la oposición, y una terminal sin cuerpo para canalizar cuestionamientos al gobierno provincial. Juran que se va a dar, pero hasta no corporizarse es una promesa.

"El frente de frentes será la extensión de Juntos por el Cambio. La lógica de funcionamiento, gestual, sus expresiones y discurso político será la misma", definió en Estamos de vuelta, el diputado Fabián Palo Oliver, radical que nunca dio el paso a Juntos por el cambio.  

Tweet de Omar Perotti

En ese marco, se verá hasta dónde escala el asunto de la deuda, que no viene para nada liviano: el ala más dura acusa al gobierno de entregar la provincia al empezar a acordar, paralelamente a la deuda histórica, un convenio con AFIP por varios millones que la provincia le debe al organismo.

Por allí entró la mano. El gobernador armó una conferencia de prensa para explicar los alcances del cobro, pero también para derrumbar las acusaciones. La explicación quedó en boca del ministro de Economía, Walter Agosto, que, con un lenguaje puramente técnico, explicó las razones y la "necesidad" de la provincia de cerrar un convenio con AFIP. Una vez más, falló la comunicación provincial, no fue lo suficientemente clara en un tema espinoso. Hasta puede decirse -pero no se terminó de entender- que al Estado provincial le conviene firmar un convenio de pago por detracción con la deuda con el organismo del Estado.

¿Por qué? Desde el año 2001, las provincias tuvieron convenios con AFIP: la financiaban a cambio de asistencia técnica para hacer más eficiente el funcionamiento impositivo y recaudatorio provincial. En el Consenso Fiscal 2017 hubo actas por la cual volvían a firmar convenios con AFIP bajándola al 1,9%: Santa Fe no formalizó porque tenía un litigio previo con el gobierno nacional y entre los cuestionamientos estaba el asunto AFIP.

En 2018 el organismo recaudatorio intimó a Santa Fe para que firmara un acuerdo porque si no retiraría las prestaciones (fiscalizaciones y ajustes a contribuyentes), cuestión que ocurrió en 2019. "Es imprescindible armar un convenio (para regularizar deuda); lo buscamos desde el minuto uno, para volver a tener las prestaciones que hacía AFIP". En pocas palabras, sin eso, Santa Fe no puede cobrar con eficiencia impuestos, por ejemplo IIBB. 

Más allá de contestar y tratar de frenar esa bola de nieve, Perotti no esquivó lo político. En la conferencia resaltó el rol de los distintos gobernadores, el "fruto del trabajo inicial, de coordinación, y firmeza de intereses en la provincia". Luego aclaró, no sin intencionalidad, que fue el peronista Jorge Obeid quien inició el reclamo administrativo en el gobierno de Kirchner. "Nunca hubo foto ni video", dijo, como un tiro por elevación al socialismo que siempre empuñó la decisión de Hermes Binner de hacer la presentación ante la Corte Suprema.

"Todo no parte desde la presentación ante la Corte, sino del reclamo administrativo de Obeid. No es que buscamos uno de nuestro partido. No. Es un reflejo de la realidad. Las dos fechas son importantes", arrojó. El socialismo hierve porque logró instalar un simbolismo detrás de la deuda y ve que el gobernador se lo tapa. Todo parece encaminarse a varios episodios y mucha tensión alrededor de la deuda aunque Perotti ya metió el gol; un gol que lo está revisando el VAR y lo gritará en diferido.