A quince días de que caduque el contrato municipal con la empresa Resicom, operadora del relleno sanitario de Ricardone, Rosario todavía no define adónde enviará sus 800 toneladas diarias de residuos a partir del 1º de enero.

El tema es una de las asignaturas pendientes en el Concejo, donde el oficialismo pugna por sacar a flote el mensaje enviado por la intendenta Mónica Fein, y la oposición se planta y le reprocha el escaso margen de análisis que le dejó el Ejecutivo. El contrato ya tiene una prórroga que vencerá el último día del año. La jefa municipal ya promovió la recontratación de Resicom por otros 6 años, a razón de unos 1.000 millones de pesos. 

A defender esa posición fue este miércoles la secretaria de Ambiente, Marina Borgatello, a entrevistar a casi todos los concejales. En resumen, la explicación del Ejecutivo para fundamentar el contrato directo con Resicom es que no hay otra empresa en la región capaz de absorber y procesar el enorme volumen de residuos que Rosario emite a diario.

El radical Jorge Boasso fustigó esta situación. Recordó el mismo esquema y la reiteración del pedido de aprobación al Concejo Municipal en el año 2010 tras la finalización del primer contrato que comenzó en el 2004. Por otro lado, cuestionó el costo actual para la disposición final de residuos de $794,90/tonelada cuando en marzo de 2016 el costo era de $528.

En el mismo sentido, el kirchnerista Eduardo Toniolli planteó la ecuación financiera y dijo: “Enterramos plata a un alto costo ambiental sin beneficio directo para la comunidad. Hablamos de recursos y de políticas públicas pero se sigue enterrando basura que podría tener otro destino”.

En este marco, Fernanda Gigliani (Iniciativa Popular) se refirió a la planta de Villa Gobernador Gálvez (VGG) como una opción diferente a Resicom, y que estaría apta para su utilización a mediados de 2017. “Ustedes plantean votar a favor del mensaje del Ejecutivo o el caos”, reprochó, y agregó que planteará en el recinto un plazo diferente a la propuesta actual de 4 años más 2 de prórroga.

Al parecer, la variante Villa Gobernador Gálvez, como alternativa a Ricardone es complementaria por su menor capacidad de procesamiento y no podría ser utilizada en forma exclusiva en un futuro próximo, explicaron desde el oficialismo.

Luego fue el turno de Diego Giuliano (Rosario Federal), que al igual que Osvaldo Miatello y sus predecesores, planteó su interrogante respecto de los costos que debe asumir la ciudad. Puntualizó que hay otros municipios y comunas como Arroyo Seco, Pueblo Esther y otros de la zona que pagan $480/tonelada.

Los funcionarios, en tanto, explicaron que por disposición del Ministerio de Ambiente de la provincia de Santa Fe, el relleno sanitario que gerencia la empresa Resicom Ingeniería Ambiental es el único lugar apto de enterramiento de residuos ya que Rosario genera un volumen que por su capacidad operativa sólo puede ser procesado en ese lugar.

Sobre el cierre, Boasso en estilo metafórico habló del “corset a medida Resicom” y preguntó: “¿Nunca evaluaron comprar terrenos acá o en otros municipios cercanos y generar una alternativa propia?”. Luego prosiguió: “Enterramos plata desde el 2004. Es una película de terror; no hay que estar presos de un único prestador. Me extraña que la gestión no haya hecho en 26 años un relleno sanitario propio. Lo mismo pasó con el sistema del transporte públicos de pasajeros”.

Ahora resta que en las venideras sesiones de prórroga los concejales se expidan en el recinto y definan el futuro de la relación contractual entre el municipio y la empresa Resicom.

(fuente: Prensa Concejo)