Todo es incertidumbre tras el batacazo de Donald Trump. Las duras consignas lanzadas por el magnate durante su campaña han arrojado un manto de dudas sobre su efectiva aplicación, sobre todo en relación a las que atacaban a las minorías y auguraban un futuro duro para los inmigrantes.

"(La victoria de Trump) abre un periodo de incertidumbre. Están en juego la paz, la lucha contra el terrorismo, la situación en Oriente Medio, las relaciones económicas, y la preservación del planeta", indicó el presidente francés, François Hollande, sintetizando las dudas de muchos dirigentes mundiales.

A su vez dijo que "ciertas posturas tomadas por Trump en la campaña deben confrontarse con los valores e intereses" que su país comparte con EEUU. En relación a esto, especialistas entienden que el sistema político y la burocracia estadounidense están tan armados y consolidados, que quien ocupe el mando no es capaz de dar un giro radical tal como ha prometido Trump en varios temas. 

Pero si algo dejó en claro este batacazo, es que las encuestas volvieron a fallar o al menos hay un desmanejo evidente que no logra hacer pie en estos tiempos. El caso del Brexit en Gran Bretaña cuando todos auguraban la continuidad con la Unión Europea, o la fallida firma de la paz entre Colombia y Farc tras el plebiscito ciudadano, son ejemplos claros de que las definiciones populares no están determinadas sino hasta último momento.

La pregunta es cómo o porqué un hombre que calificó a los inmigrantes mexicanos de violadores o narcotraficantes, que manifestó su deseo de prohibir el ingreso de inmigrantes y musulmanes, hasta se burló de los discapacitados y las minorías, pudo haber logrado una victoria en el país más poderoso del mundo. Difícil respuesta pero existe una aproximación.

Trump logró interpelar un malestar de parte de los estadounidenses, en un discurso centrado en la anti globalización. Muchos de sus votantes, en su mayoría blancos de clase trabajadora sin título universitario, y estados industriales del norte y noreste, se sintieron perdedores de la globalización y dejados de lado por el progreso de los últimos años. La idea de que Estados Unidos es el ganador absoluto a nivel mundial choca contra la realidad de que no se han repartido equitativamente los beneficios en los últimos 15 años hacia dentro del país. Seguramente existió uan demanda profunda de esos sectores para cambiar fuertemente el rumbo, y en Trump encontraron su representación.

Por el otro lado, sus detractores, impactados por la posibilidad de que el magnate inmobiliario se convirtiera en su próximo presidente, comenzaron a buscar incluso antes del cierre de los comicios cómo mudarse a Canadá, país limítrofe. Al menos así lo reflejó Internet: desde el momento en el que Trump subió en la votación, la búsqueda "How to move to Canada" ("Cómo mudarse a Canadá") se disparó en Google.