“Hay que polarizar, sin dudas, para enfrentar el avance de la derecha”, afirma el diputado nacional Luis Contigiani, más convencido que nunca. Incluso más que durante la campaña que transitó para debutar en las urnas y alcanzar una banca en el Congreso, cuando la estrategia del Frente Progresista fue ponerse en un lugar equidistante tanto del macrismo como del kirchnerismo. El electorado consideró que las opciones eran dos, y no más, y los votos que la coalición santafesina había sabido conseguir se evaporaron mayoritariamente. Esta postura de férrea oposición al modelo de Cambiemos hoy lo diferencia con el gobernador Miguel Lifschitz, quien tiene la responsabilidad de administrar los números provinciales, algo que lo obliga a acomodar la cintura cada tanto.

Luis Contigiani se sentó por primera vez como diputado para tratar un tema álgido: la reforma previsional que finalmente el gobierno de Cambiemos consiguió, pero él se opuso. Sin embargo no se detuvo en el acuerdo fiscal del gobierno con las provincias, entre ellas Santa Fe, lo que implicaba al menos el gesto de darle quórum al oficialismo. Tanto fue la oposición que hasta el propio Macri habría reprochado el tono “pro kirchnerista” del ex ministro de Producción en el debate de la reforma previsional. A todo esto, Lifschitz, incómodo.

La grieta, negocio para quién

“En mi caso y en el de muchos hay una necesidad de encontrar algo diferente a lo que tuvimos hasta el presente. Hay que polarizar, sin dudas, para enfrentar el avance de la derecha. El centrismo ya no existe, no tiene chance”, afirmó Contigiani en una entrevista.

Lo cierto es que hasta el momento la polarización fue un negocio redondo para el macrismo y en parte para un sector del peronismo. El magro resultado del propio Contigiani en las elecciones lo dejan más que claro: la estrategia de sumarse a la polarización con Cambiemos en la provincia en el mismo andarivel que el peronismo fue lapidario para el socialismo.

Quizás ahí están las diferencias con el gobernador Lifschitz, y este interprete que esa insistencia se haya convertido en obstinación. Lo seguro es que el gobernador dejó atrás las circunstancias electorales y adoptó una estrategia negociadora. Pero los porotos ya se jugaron y ahora la banca la ocupa Contigiani.

El legislador no disimuló matices también con algunos pareceres que ha demostrado su sucesora en el Ministerio de Producción, la socialista Alicia Ciciliani. Se le preguntó:

--La Legislatura provincial debe adherir a la nueva ley de ART para que rija. La ministra actual acuerda con que el Ejecutivo promueva la adhesión santafesina a la nueva ley de ART. Los gremios lo ven como un suicidio. ¿Cómo lo ve?

--Debo ser coherente en lo que hice como ministro: no apurarme en definir el tema y que primero se dé el consenso donde debe darse. Si los trabajadores a través de los gremios y los empresarios a través de sus cámaras ser ponen de acuerdo en un proyecto superador, en los que los derechos de unos y otros están equilibrados suficientemente entonces la política debe dar el paso adelante. Yo nunca lo dí, aunque era un tema principalmente de Trabajo y de Justicia. No dar un paso sin previo acuerdo de los sectores interesados. Por que sino podemos quedar entrampados en intereses que no queremos representar: o los de la industria del juicio, o los de empresarios que quieren aprovechar esa coyuntura para recortar derechos -dijo. 

Peronismo, en el medio

Estos posicionamientos avivaron rumores en los últimos días que lo vincularon al peronismo, basados -además- en la buena relación con la diputada Alejandra Rodenas, y el gremialista de la UOM, Antonio Donello. Contigiani se lo tomó con humor y dijo que esa interpretación es errónea. 

"Que me vaya al peronismo es una exageración. Con Antonio Donello nos une dos años de intenso trabajo enfrentando la crisis del mercado interno (…) Y con Rodenas, hay temas en los que ella es muy brillante y yo me acompaño con ella, y hay otros temas que los puedo manejar mejor y en aras de objetivos comunes coordinamos esfuerzos. El parlamento se trata de eso”, aclaró.

En alguna oportunidad se dijo que Lifschitz promovía su postulación para sacarlo del medio a pedido de Macri. Ante esto, el diputado respondió: “Eso es ponerlo a Lifschitz en un lugar de la política maquiavélico, pero yo conozco un Lifschitz que no está en ese lugar. Tenemos coincidencias y diferencias (…) Finalmente las decisiones como gobernador las toma él. Pero no lo veo como un Maquiavelo jugando al ajedrez de la política, sino un hombre de convicciones que permite la diferencia y estimula a pensar”.

El último contrapunto fue por el plan de Nación de arreglar la deuda con Santa Fe con bonos públicos. Contigiani dijo que era "inaceptable" pero el gobernador lo consideró "viable".