La ola de despidos y el cierre indiscriminado de sucursales del Correo Argentino por todo el país ya comenzó a traer sus graves consecuencias, con pueblos que quedan aislados y sin la posibilidad de llevar adelante trámites esenciales.

El sur de la provincia de Santa Fe es una de las regiones que se vio inmediatamente afectada por la problemática, con varias comunas que se han quedado sin servicio de correo como consecuencia de la política del gobierno nacional de Javier Milei.

Por un lado, el gremio del sector ya se declaró en estado de alerta y movilización desde hace varias semanas, mientras que ahora también el diputado provincial Carlos del Frade ingresó un proyecto a la Legislatura para que se informe cuál será la postura que tomará el Gobierno santafesino ante esta problemática, considerando que esto no solo “genera un problema mayor de desocupación, sino también la cesación de trámites administrativos imprescindibles para la vida social de las pequeñas poblaciones santafesinas, al mismo tiempo que se sigue pagando un servicio que, al cerrarse estas sucursales, ya no estará siendo cumplido”.

Una de las comunas afectadas es la de Berabevú, en el departamento de Caseros, cuyo presidente comunal, Tomás Sorribas, envió a Del Frade una nota para expresar su marcada preocupación por el “cese de actividad por trámites jubilatorios” de parte de la sucursal del correo, como también por el cierre de la mencionada sucursal.

En la misma, se alerta que la problemática imposibilita la entrega de 1.500 facturas de la EPE a los usuarios de la localidad, y que ante eso “la Provincia destina fondos por la contratación de un servicio que la contratada no están cumpliendo en la actualidad”.

En el caso de Berabevú, por ejemplo, el problema no radica solo en la distribución de las boletas de la EPE, sino que también afecta al hospital regional SAMCO, con guardia de 24 horas y boca de expendio de IAPOS y OSPRERA, “organismos que usan a diario el servicio de correo postal”.

El diputado del Frente Amplio por la Soberanía advirtió que esta situación “puede repetirse en decenas de comunas generando varios problemas sociales al mismo tiempo que exhibirá la contradicción de un pago que efectúa la administración provincial y que no se cumple”.

La misma problemática se está expandiendo también a lo largo y ancho de todo el país, conociéndose de a poco casos como el de Santa Regina, pueblo del partido de General Villegas (provincia de Buenos Aires), que perdió su única oficina de correos después de 124 años de historia, con el aliciente de que al ser un lugar sin bancos ni cajeros automáticos, dicha sede también es en donde se pagaban las jubilaciones y las asignaciones, que ahora nadie está pudiendo cobrar.