La CGT baila el vals al compás de dos posturas bien distantes y casi antagónicas que conviven bajo el paraguas de la reunificación alcanzada hace pocas semanas. Pero el Comité Central Confederal que se celebra este viernes puede ser clave para que la Confederación General del Trabajo ponga fin a la dicotomía interna y resuelva si apuesta al diálogo con el gobierno nacional o, como tironean los gremios más intransigentes, va a un paro nacional o una movilización.

A partir de las 10, en el salón Felipe Vallese de Azopardo 802, comenzará el encuentro en el que, finalmente, la CGT puede comenzar a definir el perfil con el que convivirá el gobierno nacional: una central obrera “amigable” con el macrismo o combativa y movilizada en las calles contra las políticas de Cambiemos.

Las diferencias entre ambos sectores están dadas entre quienes "ya no confían en las cosas que dicen los funcionarios de Gobierno", con aquellos que creen que "todavía hay margen para el diálogo y darles un poco más de crédito", según las palabras de un gremialista del área de servicios.

La fuente sostuvo que mientras los dialoguistas esgrimen que durante la noche del miércoles recibieron de parte de la administración Macri la certificación de autoridades que les permite "ordenar" cuestiones administrativas de la CGT, los intransigentes desmerecen el gesto, al sostener que “nos dieron un certificado provisorio y por sólo un mes y debemos demostrar además que cumplimos con el cupo femenino".

Mientras la postura dialoguista sostiene que "la certificación" era uno de los cuatro reclamos que les formularon al ministro de Trabajo, Jorge Triaca y al vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, durante la reunión de hace una semana en la Uocra y de la que participaron Héctor Daer (sanidad); Carlos Acuña (garagistas), Juan Carlos Schmid (marítimos), Armando Cavalieri (comercio), Mario Caligari (UTA); José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Andrés Rodríguez (Upcn) y el dueño de casa, Gerardo Martínez, la postura intransigente insiste en confrontar.

Por el momento, los dialoguistas tendrían asegurado que en el Confederal se facultará al Consejo Directivo de la CGT a convocar cuando lo crea conveniente un paro nacional o una movilización (opción que entusiasma a pocos sindicalistas) y dar a conocer además un documento con críticas a la política socioeconómica del gobierno nacional. Asimismo, los dialoguistas están convencidos de que "antes de llegar a una confrontación hay que agotar el diálogo" y esperar que el ministro Triaca les diga "cuándo el presidente Mauricio Macri va a recibir a una comitiva cegetista encabezada por el triunvirato de secretarios generales".

Otro vocero gremial sostuvo en cambio que "razones para convocar en fecha cercana a un paro nacional existen de sobra, pero una vez que uno cruza cierta línea, recomponer las relaciones no resulta tarea sencilla, más con un gobierno que no tiene al peronismo como pertenencia ideológica". 

Quedan tres reclamos cegetistas sin respuestas hasta el momento: un aumento de emergencia para los jubilados; la excepción del impuesto a las ganancias en el medio aguinaldo de diciembre de todos los trabajadores, y la implementación de un bono de fin de año para compensar el deterioro del poder adquisitivo por la inflación. Existen promesas por parte de los funcionarios que hablan con dirigentes sindicales de peso -varios más de los que toman estado público- y ante esto hay quienes creen y otros no.