Una vez más, la cerealera Vicentin le solicitó  al juez del concurso preventivo Fabián Lorenzini un tiempo más para poder cerrar las conformidades a su propuesta de pago por la deuda de 1.300 millones de dólares. 

En pocas semanas vence el llamado período de exclusividad, cuando la cerealera debe mostrar al juez las voluntades de acuerdo de los acreedores. Pero la empresa dice que el tiempo no le da para convencer y contactar a los casi 2.300 acreedores. Es por eso que reiteró el pedido de extensión hasta el 30 de junio.

Hay otra cuestión que define la situación y resulta clave para las aspiraciones de Vicentin: la banca externa, que son los mayores acreedores en conjunto, avisó que dará su respuesta en abril, una vez que llegue la respuesta desde la casa matriz de cada uno de los bancos.

La cerealera confía en que de el visto bueno y allane el acuerdo, aunque para ese entonces el período de exclusividad estará vencido. Es por eso, en gran parte, que le hace el pedido al juez, quien tiene a cargo una definición determinante. Si la firma no presenta conformidades, la quiebra es una posibilidad.