Aunque el título no lo sugiera, esta nota trata sobre los feriados. Es que el proyecto oficial de eliminar los feriados puente que agregaría cuatro días laborables al año 2017, debe leerse en clave económica. Dejaremos de lado el análisis, recontra hecho por varios colegas, de los feriados como promotores de las actividades turísticas y de las economías regionales y nos centraremos, en cambio, en lo que significan estos días para los empresarios.

Un feriado es un día en el que los trabajadores tienen derecho a no trabajar, o en caso de que trabajen, a recibir un doble jornal. En la inmensa mayoría de los trabajos formales, el salario se fija mensualmente, de forma independiente de la cantidad de días laborables de ese mes: hay meses con 21 días laborables, otros con 22, otros con 23 y el trabajador en cualquiera de ellos percibe el mismo ingreso.

El proyecto de eliminación de los feriados puente implica que los empresarios podrán contar, sin pagar un peso extra, con cuatro jornadas extras de trabajo de todo su personal. Traduzcamos esto, entonces, a dinero.

El costo salarial mensual por trabajador en el mes de julio fue de $24.120. Si incorporamos los ajustes que tuvieron lugar en la segunda mitad del año y el aumento promedio estimado para 2017, el costo laboral mensual promedio del año próximo girará en torno a los $29.630 por trabajador. Con un promedio de 23 días laborables por mes, esto es equivalente a un costo salarial diario promedio por trabajador de $1.288. Por otra parte, si tenemos en cuenta que el sector privado tiene registrados a 6,2 millones de personas, cada día de trabajo argentino, al sector privado le cuesta $8.000 millones.

Las cuatro jornadas extras que tendrán los empresarios para disponer de los trabajadores sin pagar un peso de más, implican entonces, una transferencia de ingresos desde los empleados hacia los dueños de las empresas de $32.000 millones.