__tadevel:head__

La crisis actual del sector lácteo es una de las más profundas que le tocó atravesar a los tamberos aunque creen que lo peor está por venir. Es que entre los productores de menor envergadura avizoran que dentro de unos meses se percibirá una fuerte migración del sector lácteo a la agricultura, principalmente hacia la soja, ya que la leche no les está dando ningún margen de rentabilidad.

El presidente de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe (MeProlSaFe), Marcelo Aimaro, consideró que la situación se va agravando día a día porque no se tiene ningún tipo de medidas para combatir la crisis, a la que calificó como la “más profunda de la historia de la lechería”.

“Los tambos que tengan otra actividad conjunta con la lechería, van a quedar. Los que solamente se dediquen a la lechería y no tengan espalda, se van a ir del sistema. El productor está asfixiado económicamente. En septiembre se va a dar un quiebre porque la soja está en un precio muy alto. Algunos alquilarán sus campos, otros se dedicarán a la agricultura”, advirtió.

Según Aimaro el 10 por ciento de los tambos desaparecieron, pero lo más alarmante es la cantidad de vacas que se fueron a los frigoríficos y no a otros tambos. “Todos los tambos, ya sean chicos o grandes, adolecen el mismo problema que es la falta de rentabilidad”, explicó.

Los productores reciben cerca de cuatro pesos por litro de leche, mientras que un sachet se vende en góndola de supermercado a 15 pesos. “No nos quieran hacer quedar como los culpables porque somos los más perjudicados. El desfasaje es una vergüenza entre el tambero y el consumidor, y los eslabones del medio se están llevando una gran porción de la torta que no les corresponde”.