La Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) le solicitó al gobernador Omar Perotti que intervenga de manera “urgente” para resolver el conflicto que mantiene bloqueado el acceso a Terminal Puerto Rosario (TPR) y que impide no solo el ingreso y egreso de personal, sino también de carga necesaria para la actividad productiva.

Transcurrida más de la mitad de la semana, la actividad portuaria no volvió a retomar su pulso habitual como consecuencia de una medida de fuerza encabezada por los cinco trabajadores que quedaron fuera del acuerdo entre Supa y TPR, y que no fueron reincorporados.

A partir de esta situación, desde el sector industrial santafesino pusieron el grito en el cielo. Ya desde el día lunes, cuando el principio de acuerdo no se vio plasmado en el retorno a la actividad, Fisfe alertó sobre las consecuencias que podría generar el conflicto y señaló que había dificultades para movilizar 1000 contenedores con mercadería.

Días después de esa advertencia, la entidad industrial se dirigió directamente al gobernador Perotti para pedirle que intervenga en la resolución de este conflicto que lleva más de un mes. 

“Solicitamos su intervención urgente, para que, a partir de la aplicación efectiva de las herramientas que el Estado Provincial cuenta, se ordene el libre ingreso/egreso de bienes y personas”, señalaron en el comunicado. 

Por otra parte, consideraron que la situación “está afectando derechos constitucionales y trae como consecuencias pérdidas económicas irreparables para la Provincia y la Nación”. 

Para finalizar el escrito, insistieron: “Solicitamos que otorgue a la presente petición el carácter de urgente e instruya a los funcionarios competente a actuar en consecuencia”.

De conflicto patronal, a interna gremial

El conflicto lleva más de un mes con el puerto paralizado pero la situación cambió durante las negociaciones. Lo que en principio era una disputa entre el Supa y TPR se convirtió en una interna gremial. 

El viernes pasado las partes habían acordado un aumento del 90% hasta marzo para 20 trabajadores, mientras que los 5 restantes no serían reincorporados. Para ellos se definió el pago de una compensación económica similar a una indemnización. 

La noticia no cayó nada bien para este grupo minoritario, que rechazó la decisión y decidió continuar la medida de fuerza en el ingreso a TPR, sin importar el acuerdo firmado entre las partes.

“Se vio bien claro en una asamblea el viernes que todos los trabajadores decidieron continuar con la lucha. No estamos de acuerdo en volver a trabajar mientras sigan los compañeros despedidos”, anunciaron en un comunicado.