Desde las estaciones de servicios anticiparon que el precio de los combustibles volverá a subir por lo menos un 4% después de semana santa por un nuevo ajuste en el componente impositivo. 

Se trata de un nuevo golpe inmediato al bolsillo de los automovilistas, pero que más temprano que tarde se verá reflejado en el costo de alimentos, productos de la canasta básica y otros servicios.. 

La nafta y el gasoil tendrán otro aumento de al menos un 4% en abril por la suba de impuestos a los combustibles. Pero sobre eso, las petroleras también aplicarían un ajuste que compense la devaluación mensual del peso contra el dólar (+2% en el tipo de cambio oficial).

Cabe recordar que desde la última actualización a principio de marzo, las pizarras en las estaciones de YPF de Rosario marcan: $935 para la nafta súper, $1123 para la nafta premium, $1157 para el diesel y $433 el GNC.

No va a ser la última

La actualización está prevista desde febrero, cuando el Gobierno descongeló los impuestos a los combustibles para obtener una recaudación tributaria anual cercana a los 3.000 millones de dólares o 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB), el equivalente al 10% del ajuste fiscal que buscan Javier Milei y Luis Caputo este año.

Este incremento será el cuarto del año (uno por mes). La suma acumulará al menos un 50% en la nafta súper en los primeros 95 días del 2024.

Según indican en el sector, hubo una orden política del ministro de Economía para atenuar los aumentos de la nafta y el gasoil, así se consolida la baja de la inflación mensual. Sin embargo, a mediano y largo plazo la estrategia del Gobierno es la liberación casi total del mercado.

En febrero, el petróleo crudo en el mercado interno se negoció a unos 68 dólares por barril. El valor internacional neto de retenciones y descuentos ronda actualmente los US$ 74.

Según YPF, a principios de marzo todavía existía un atraso de entre 8% y 10% promedio en los precios de los combustibles.

Este escenario convive con una caída en las ventas de 16% promedio a nivel nacional entre diciembre y febrero, que le pone un freno a los aumentos de precios.