Este viernes, el presidente Mauricio Macri y su par mexicano, de visita en Argentina, Enrique Peña Nieto, anticiparon el interés por comenzar a negociar un tratado de libre comercio entre ambos países con vistas a concretarlo en el próximo año. Dicho acuerdo, anticiparon desde el Gobierno, implicará una ardua negociación que involucrará a más de trece grupos de trabajo que abordarán las muy diversas aristas que un tratado de este calibre tendrá en diferentes disciplinas.

En ese sentido, advirtieron que un acuerdo entre Argentina y México incluirá además de la desgravación arancelaria a completarse en un plazo de entre cinco y diez años, regulaciones sanitarias y fitosanitarias, aduaneras, reglas de origen, competencia, salvaguardas y obstáculos técnicos, entre otras disciplinas.

El anuncio realizado este viernes por Macri y Peña Nieto involucra la profundización del Acuerdo de Complementación Económica (ACE 6), que rige el comercio bilateral, con el fin último de que esta negociación culmine en un tratado de libre comercio. "Lo que acordamos es que en el plazo de un año se pueda concluir esta enorme negociación" para tratar las distintas disciplinas, como "obstáculos técnicos, reglas de origen, competencias, salvaguardas, facilitación del comercio (cuestiones aduaneras), condiciones sanitarias y fitosanitarias”, apuntó a secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, María Cristina Boldorini. “No es solo es negociar preferencias arancelarias", señaló la funcionaria.

La diplomática aclaró que, pese al objetivo convenido de culminar las negociaciones en un año, el futuro acuerdo se implementará con distintos plazos a partir de canastas de productos que se desgravarán en hasta entre cinco y diez años, de acuerdo a la sensibilidad de los bienes involucrados para cada sector y cada país. "La idea es un plazo de cinco o diez años para llegar al libre comercio, atendiendo las sensibilidades y cuidando el trabajo argentino, que es la prioridad que nos impone el Presidente, pero también buscando generar nuevas oportunidades para los sectores que hoy no están incluidos" en el ACE.

Al respecto, la secretaria aludió al "muy bajo porcentaje del sector agroindustrial" en las preferencias del ACE 6, por lo que resaltó que la idea "es trabajar de manera muy dinámica para aumentar la participación de este sector", para el que los empresarios y el gobierno "ven enormes oportunidades para Argentina".

Además, Boldorini resaltó que el gobierno argentino pedirá que la negociación por las preferencias arancelarias se haga de manera simultánea con la de las condiciones sanitarias "para que se pueda hacer efectivo el comercio a partir de la vigencia del acuerdo".

En cuanto a la posibilidad de que un futuro nuevo acuerdo incluya el libre comercio automotor, Boldorini consideró que será un aspecto que "se verá durante las negociaciones". El comercio de vehículos con México está regulado por un Protocolo Adicional del ACE 55, el acuerdo de comercio específico para el sector automotor que el país norteamericano tiene con el Mercosur. Este protocolo fue renovado en marzo del año pasado por cuatro años, con lo que las exportaciones de vehículos ligeros y autopartes a México se hará sin aranceles dentro de un cupo creciente pautado en hasta 575 millones de dólares hasta el 18 de marzo de 2016, y en hasta 638 millones en marzo de 2019.