Como efecto de la crisis económica, el municipio recibe cada vez más solicitudes para llevar adelante talleres de construcción de cocinas rocket de adobe. A diferencia de los fogones tradicionales, estas direccionan el calor de forma eficiente, lo que se traduce en menor cantidad de biomasa consumida. Aunque el proyecto nació con fines ambientales, en el último tiempo también sedujo porque ayuda a disminuir costos.

Dentro la Secretaría de Ambiente y Espacio Público de la Municipalidad, Pablo Torricella coordina un proyecto relacionado al uso de la tecnología "rocket" (o cohete, en español) para la ejecución de estufas, calefactores y cocinas. El objetivo inicial se relacionaba principalmente con una cuestión ambiental, pero en el último tiempo viene observando una demanda creciente del territorio por estas capacitaciones: "La gente no tiene un mango y estas son alternativas que si bien están pensadas desde lo ecológico, hoy tienen un gran peso desde lo económico", sostiene.

"Este tipo de cocinas tiene una enorme aplicabilidad social, ya que hay mucha gente cocinando a leña, y este tipo de cocinas optimiza el uso de este recurso, permitiendo el ahorro de dinero en gas y la disminución de la emisión de gases tóxicos", explica Torricella.

Entre marzo y abril ya se realizaron más de veinte talleres de construcción de cocinas rocket y para las próximas semanas hay una cantidad similar. A modo de comparación, en todo el año pasado se llevaron adelante un total de 27 encuentros. Principalmente, tienen lugar en Centros de Convivencia Barrial, Centros de Integración Comunitaria y otros espacios municipales, aunque también pueden organizarse en cualquier tipo de establecimiento.

Cuestión de números

El precio de la garrafa social sigue el ritmo de la espiral inflacionaria. A principios de año, luego de una serie de idas y vueltas, la secretaría de Energía nacional autorizó un aumento cercano al 37%, llevando el envase hasta los 267,70 pesos al público.

Los incrementos en el servicio domiciliario también tuvieron sus consecuencias: según informó recientemente la Defensoría del Pueblo bonaerense, unas 87 mil familias decidieron dar de baja el servicio por no poder hacer frente a las tarifas.