Mientras apela a incentivos, prórrogas y a negociaciones internacionales para acumular dólares, el gobierno nacional sufre la pérdida constante de reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA). El superávit comercial que logró en este último año está muy lejos de cubrir el enorme bache que deja la salida de dólares.

Según un informe reciente del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (Mate), entre mayo del año pasado y de este año, Argentina acumuló un superávit comercial de 4.422 millones de dólares, pero en simultáneo dejó salir 19.028 millones de dólares en concepto de pagos de deuda, déficit y fuga.

La falta de divisas es un fenómeno que afecta a la economía local desde hace décadas, que se intensificó en los últimos con la desregulación financiera y se profundizó aún más a partir del último acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pese a los incentivos para generar mayor ingreso de dólares o prórrogas en pago de importaciones, la caída de reservas no afloja. En simultáneo y en plan de evitar el uso de divisas del BCRA, el ministro de Economía, Sergio Massa, mantuvo negociaciones para hacer uso de los yuanes y aliviar las reservas en dólares para las importaciones.

Junto con el pago de deuda pública e intereses, el déficit comercial de servicios (incluye al rubro turismo) es uno de los principales motivos de salida de dólares en la economía nacional. En este listado también aparece el pago de deuda privada (aquella que están saldando las empresas) y la dolarización de excedentes privados.

Este último concepto está en la mira y en cuestionamiento por parte del sector kirchnerista del Frente de Todos, e incluso de la vicepresidenta Cristina Kirchner. La deuda privada comprende a una gran cantidad de empresas que buscan saldar deudas anteriores en dólares a través del dólar oficial que les facilita el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

Por dónde se van los dólares que le faltan a la economía argentina

Por otra parte, el informe detalló sobre aquellos recursos, o soluciones transitorias, que le están dando algo de aire al gobierno en relación al ahorro de dólares.

Hasta mayo, el retraso en el pago de importaciones fue, por lejos, la medida que le posibilitó ahorrar mayor cantidad de dólares a la administración nacional. La iniciativa se fue modificando en los últimos años y las prórrogas se hicieron más extensas en el último tiempo.

El endeudamiento neto con el FMI también le está dando algo de margen a las cuentas públicas, al igual que el endeudamiento con otros organismos.    

En lo que va del año, el comercio exterior no ayudó. En tres de los primeros cuatro meses hubo un saldo comercial de bienes negativo. La única fuente genuina de dólares para afrontar el problema nodal de la economía está parada.

Mientras tanto, la caída de las reservas fue muy importante en lo que va del año. Los ingresos disminuidos por la sequía no alcanzan para atender los requerimientos de moneda extranjera.

“El problema es grave. Las soluciones transitorias permiten ganar algo de tiempo pero ya empiezan a ser insuficientes hasta para eso. A pesar de los mecanismos utilizados las reservas cayeron en 2.000 millones de dólares desde el acuerdo con el FMI”, sostuvieron desde el Mate.