Un proyecto de ley para la reactivación de la marina mercante nacional fue aprobado por unanimidad en el Senado de la Nación hace casi un año, pero su debate se viene posponiendo en Diputados. En este marco, se suman voces que reclaman que la iniciativa sea debatida y aprobada.

El senador impulsor del proyecto, Pino Solanas, y el secretario general del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales de Pesca y Cabotaje Marítimo, Julio González Insfrán, coincidieron en la necesidad de retomar la discusión para una política tributaria más razonable que permita que haya más barcos de bandera nacional. Argentina supo tener 1100 buques, una flota hoy casi inexistente.

“Actualmente, Argentina tiene dos o tres buques de mar a lo sumo, que van de Buenos Aires a Formosa, Corrientes o Asunción. El problema que tiene la marina es la presión fiscal a la hora de competir con las flotas internacionales", aseguró Insfrán, en diálogo con la periodista Cecilia Casabonne en Sí 98.9.

El gremialista recordó que Martínez de Hoz comenzó a desmantelar la marina mercante, y en los 90 la desguazó el menemismo “con un plan perverso y brutal de privatización de la flota”. El panorama se complicó aún más durante el kirchnerismo, consideró Insfrán. La situación hoy se resume en que “es inviable trasladar productos desde Posadas a Puerto San Martin, porque cuesta lo mismo que llevarlos a Norteamérica”, ejemplificó Solanas, quien coincidió con el dirigente en el diagnóstico.

La tremenda presión fiscal deja fuera de competencia a los barcos propios, impedidos de competir con barcos de otras banderas. No hay barcos argentinos de mar, coinciden ambos, y se perdió el 98 por ciento de la flota fluvial.

Para revertir esta situación es necesaria una ley ya: es la única forma de modificar la política impositiva existente. El proyecto de ley de Solanas apunta a bajar los impuestos a los barcos argentinos para estimular a productores a elegir este transporte, y reactivar entonces los trabajos en talleres, astilleros y puertos.

Por su parte, el presidente del Ente Administrador Puerto Rosario y del Consejo Portuario Argentino Ángel Elías recordó que “no hay ley de marina mercante y por falta de esa ley, el puerto de Rosario tiene 26 empresas portuarias y ningún barco propio”.

Solanas recordó que desde hace 20 años viene planteando la necesidad de una reconstrucción integral del transporte argentino para que sea viable tanto el ferrocarril como la marina mercante y la industria naval: “Durante dos años y medio trabajamos en el proyecto de ley de marina mercante con todos los sectores interesados para reconstruirla, dialogando y consensuando con sindicatos y armadores, y por eso logramos que se votara por unanimidad en el Senado. El fluvial es el más barato de todos los transportes, ya que un remolcador de barcazas reemplaza a decenas de camiones, pero muchos productores se quedan sin exportar sólo por los altos costos del transporte”.

Consultado por la causa del estancamiento de la discusión sobre el proyecto de ley, el diputado e historiador apuntó: “Cambiemos tiene la ley frenada en Diputados. Es en consonancia con mi intención de volver a instalar el transporte productivo a través de la reactivación de los trenes, y la decisión política del presidente Macri de comprar trenes en China, y el gestor es su propio padre”.

Insfrán coincidió: “Me consta que el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne no quiere aceptar el cambio de políticas impositivas, como salió el proyecto del senado. Pretende modificarla, y sus legisladores no tienen directivas de cómo tratar esta ley. Los funcionarios dicen que hay que tratarla, pero está trabada hace 8 meses por el proceso electoral”.

Según analiza el dirigente, una vez aprobada la ley se puede aplicar de forma inmediata: “Muchos armadores están dispuestos a traer barcos y ponerles la bandera argentina si la ley sale y se vuelve más competitivo el mercado. Pueblo Esther tiene un astillero que está por despedir gente, con capacidad de construir barcazas enormes de 2500 toneladas semanales. Tenemos otros grandes astilleros, y se necesitan miles de personas trabajando. Esta ley inclusive traería nuevos puestos al mercado. Es un potencial muy grande, son divisas que se fugan a Paraguay”.

El presidente del Enapro Angel Elías puntualizó que “en la discusión es posible que se modifique el proyecto porque se trata de discutir cifras muy importantes para bajar, y en esta discusión, es necesario que también los gremios apoyen flexibilizando la discusión sobre los términos laborales”. Aclaró que bajar el peaje no implicaría un costo para los puertos, “porque la ganancia del peaje va a la empresa que hace el dragado, que es la que mantiene la hidrovía, así como sucede con las concesiones en las rutas”.

Recordó que “realmente no existe una marina mercante argentina". Abundó: "El cabotaje, el transporte de granos y otros productos entre las provincias, sólo lo pueden hacer los barcos de bandera nacional, y se fue perdiendo. Prácticamente todas las barcazas que pasan son paraguayas”.