Recesión, inflación por las nubes y tasas exorbitantes. Roberto Lenci, histórico industrial de la ciudad, no recuerda un "escenario tan adverso". Asegura que no hay un solo dato de la realidad económica que sea ventajoso para la producción. Hace ocho meses que los número no cierran. La mayoría de los empresario, cuenta, apuestan a "empatar". Pero el margen cada vez se achica más. 

"Todos estamos achicando gastos al máximo y tratando de no reducir personal. Nadie quiere despedir, es la última medida. Un empresario no despide porque le gusta. Si saca personal es porque no hay trabajo", explica. Y advierte: "El problema es que estamos en un desangre en forma continua. Hay que revertir esto cuando antes, porque en este goteo muchas pymes van a ir cayendo".

Lenci (63 años) es el titular de Briket, una empresa líder en el mercado de heladeras y freezers. Desde hace un tiempo ejerce el cargo de presidente de la Cámara Argentina de la industria de Refrigeración y Aire Acondicionado (Cairaa). Este martes sumó una representación: quedó al frente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario.

Rosarioplus.com lo entrevistó en su nuevo despacho para conocer cuán grave es la crisis con la que conviven hoy la mayoría de las pymes e industrias del país.

-¿Sobre qué escenario está parado hoy un pequeño y mediano empresario?

-La situación es delicada para todos los rubros: maquinas agrícolas, fundidores, autopartistas, mueble, calzado, línea blanca y puedo seguir con la lista. Todos estos sectores están con una caída promedio del mercado del 50%, lo que restringió muchísimo la economía. Los negocios están vacíos, no hay ventas y, por ende, no hay financiación directa. Las pymes nos financiamos con las ventas. Compramos la materia prima de contado o a 30 días y la vendemos a 90 o 120 días. Hoy vas con un cheque al banco para que te lo cambie te cobra una tasa arriba del 60%. Está faltando capital de trabajo. Las empresas están perdiendo o empatando, ninguna está ganando. Se pagan los gastos internos. La situación es gravísima.

-¿Cuál es la salida, entonces?

-Uno ve que el mercado interno está complicado y quiere salir a buscar mercados en el mundo. Pero te das cuenta que no somos competitivos. Encima, nos ponen impuestos para exportar. A eso hay que sumarle impuestos internos altísimos, los fletes, los servicios por las nubes. Hay pymes que dependen por completo de estos servicios. Todos estamos haciendo una restruccturación de nuestras empresas. Estamos achicando gastos al máximo y tratando de no reducir personal. Nadie quiere despedir, es la última medida. Un empresario no despide porque le gusta. Si saca personal es porque no hay trabajo. Hoy estamos dando vacaciones anticipadas, hay algunas suspensiones y muchos acuerdos preventivos de crisis para tirar la pelota para adelante. 

-¿Hay alguna variable que sea favorable para producir hoy en Argentina? 

-No, encima a todo lo que te mencioné antes hay que sumarle el tema de las importaciones. De estar cerrados empezamos a abrir demasiado la economía. Lo que se produce en el país habría que protegerlo de forma inteligente. Lo que no se produce, se puede buscar afuera. En definitiva, tiene que haber un giro brusco para que el escenario se modifique.   

-¿El gobierno los escucha o gritan en el desierto?

-Pasa que los tiempos del gobierno son muy largos respecto a la industria. Hay empresas que están cerrando de un día para otro. Hay que buscar paliativos urgentes, medidas en el cortísimo plazo. Necesitamos que nos escuchen, para que se enteren de lo que está pasando. La sensación es que hay sectores del gobierno que no entienden lo complejo y grave de la problemática. Sin industria no hay país, es es lo que hay que entender.  Ya tocamos fondo. Se viene meses duros, pero esto tiene que repuntar. Quiero ser optimista. 

-¿Recuerda una coyuntura tan adversa?

-Este combo es letal. Hemos vivido letargos cortos, de 4 o 5 meses duros. Pero ya llevamos 8 meses y la sensación es que no hay luz al final del túnel. Es un desangre en forma continua. Hay que revertir esto cuando antes, porque en este goteo muchas van a ir cayendo.

-¿Puertas para adentro, qué dicen los empresarios, los industriales?

Hay bronca. Ese es el sentimiento generalizado. Muchos industriales apostaron y confiaron en una reactivación. Y hoy vemos que se derrumba el mercado interno y que no podemos exportar. Somos industriales, llevamos esto en la sangre y no vamos a claudicar sin pelear. Pero el panorama es muy negro.