Los moteles cerraron sus puertas el 20 de marzo, cuando se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, y desde entonces su facturación es nula. A cuarenta días de la suspensión de la actividad, los empresarios del sector se encuentran al borde "de desaparecer" y piden una "apertura flexibilizada" para el rubro.

"Nuestra actividad está totalmente en crisis y al borde del colapso, de fundirnos, de desaparecer", afirmó Fernando Solari, integrante de la Cámara de Moteles de Rosario, en diálogo con el móvil de la Sí 98.9.

El propietario de un motel alojamiento de Villa Gobernador Gálvez comentó que la mayoría de las pymes del sector siguen cumpliendo con sus obligaciones financieras pero no pueden facturar ni un solo peso. "Tenemos empleados, costos fijos y servicios que seguimos pagando. Entonces se hace insostenible en el tiempo", remarcó.

"Si uno tenía una espalda para aguantar estos gastos... Se está terminando. No sabemos cómo hacer para mantener las fuentes de trabajo", señaló el pequeño empresario.

Ante este panorama negativo, desde la Cámara solicitaron la "apertura flexibilizada" de los moteles, ya que el sector cuenta con extremas normas de higiene. "Por nuestra cualidad de trabajo, no hay contacto entre cliente y empleado. Existen protocolos de limpieza desde siempre", manifestó.

"Hay posibilidades de buscarle la vuelta para lograr la reapertura", consideró Solari y comentó que la habilitación de la actividad sería beneficioso para las parejeas que no pueden tener una intimidad completa en sus hogares o para las personas que por algún motivo están de forma transitoria en la ciudad.

"Si o si necesitamos abrir nuestras puertas porque vamos a desaparecer", concluyó el referente de Cámara de Moteles de Rosario.