Si bien la mayoría de las actividades comenzaron a reactivarse en este 2021, no hay bolsillo que aguante. A las fuertes subas en alimentos y servicios se le sumó en el primer trimestre del año un gran incremento en el precio de los combustibles.

Tras el aumento del 300% del precio de los combustibles durante el período 2015-2019, los precios de los combustibles líquidos en Argentina estuvieron congelados por un año. En primer lugar como una estrategia electoral del gobierno de Mauricio Macri y luego por decisión de Alberto Fernández ante la coyuntura macroeconómica y la pandemia de coronavirus. 

Sin embargo, a partir de agosto del 2020 comenzó una etapa de actualización de precios que culminó con un incremento anual en junio del 70% en nafta súper. La nafta premium fue la que más se incrementó interanualmente, un 78% ronda los $114 en la provincia de Santa Fe, así lo confirma un nuevo informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO).

Mientras que durante el 2020 los combustibles  aumentaron menos que la inflación general (+27% vs. 36%), durante el primer semestre del 2021 acumulan un aumento promedio del 37%.

Según el relevamiento de CESO, en Santa Fe para recorrer 100km un camionero debe pagar $1.423 más que hace un año, cargando gasoil común.

Por otra parte, en Rosario llenar el tanque de un Bora con nafta premium cuesta $5.958, aproximadamente $2.398 más que el año anterior.

En el mes de mayo se produjo un nuevo aumento de precios de combustibles, señalado por las autoridades como “el último aumento del año”. Sin embargo, la escalada del precio internacional del barril de petróleo presiona sobre los precios internos. Si se buscara converger a dicho precio internacional, la Nafta súper podría incrementarse hasta un 37% más.